OURENSE

Amenaza de desplome del edificio de Progreso

Fachada que queda del edificio demolido. No tiene sujeción (XESÚS FARIÑAS)
photo_camera Fachada que queda del edificio demolido. No tiene sujeción (XESÚS FARIÑAS)

El Concello ordena garantizar la seguridad de la obra por el riesgo de derrumbe y la propiedad dice que eso le permite continuar la demolición 

Los propietarios del inmueble de la calle Progreso 49, donde aparecieron fragmentos de columnas de posible origen galaico-romano, tendrán que tomar las medidas necesarias y de forma inmediata para garantizar las condiciones de seguridad de la fachada del inmueble, lo único que queda en pie tras la demolición efectuada, todo ello supervisado por el departamento municipal de arqueología, para evitar daños a posibles restos arqueológicos que puedan surgir. La orden la dio ayer la concejala de Urbanismo, Aurea Soto, tras la inspección que el arqueólogo municipal y el aparejador de disciplina urbanística realizaron en el inmueble, después de recibir el escrito de los dueños alertando de que parar la obra, como exige el Concello, amenaza con el desprendimiento de la fachada sobre la calzada de Progreso.

Realmente, precisan los técnicos, eso podía ocurrir porque la¡os trabajos de demolición derribaron forjados y soportes dejando únicamente en pie la pared principal, sin apenas sujeción que evite su posible caída.



La otra interpretación

Pero el abogado de los propietarios, Feijóo Miranda, percibe esta orden como un éxito a su favor, al considerar que le permite completar la demolición de acuerdo con sus tesis de riesgo para la seguridad. "Únicamente se nos requiere", dijo ayer en un comunicado, "que las obras continúen bajo control arqueológico", lo que considera "absurdo" al ser "evidente" que en los restos de las fachadas que deben desmontarse no hay ningún elemento de valor arqueológico, "como tampoco los había en la obra demolida".

Niega, eso sí, que la situación de riesgo generada en la calle haya sido provocada por la continuación del derribo, atribuyéndola a una "paralización ordenada alocadamente".

Urbanismo, sin embargo, ordena que los técnicos municipales informen sobre las medidas que se deben adoptar, que aporten fotos del estado de la demolición a 17 de diciembre y a día de ayer, y si en ese tiempo se demolió algún elemento estructural que pudieran haber agravado la estabilidad de la fachada, al haber una notable diferencia en el estado del derribo entre esas fechas, cuando ya tenían que estar parados los trabajos.

Asimismo, ha comunicado que se revisará de oficio la licencia concedida en 1996 a la casa porque no se requirió informe de Patrimonio, algo preceptivo ya entonces por la ubicación del edificio en una zona protegida, según ha informado la jefa de la oficina de planeamiento del Concello. El abogado de los dueños dice que eso no es jurídicamente viable y atribuye la revisión a un intento de conseguir a toda costa la paralización de las obras para consumar la expropiación del terreno particular en el área de reparto de As Burgas, a la que pertenecen 161 metros cuadrados de este solar.

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