La mejora rondaría los 130.000 euros, pero antes habría que expropiar tres parcelas de titularidad privada
El Concello de Ourense analiza las posibilidades para ganar nuevas zonas de ocio y de esparcimiento para sus vecinos. En este sentido, los técnicos municipales han estado trabajando en el proyecto para ampliar el paseo del Barbaña entre el centro de coñecemento La Molinera y el entorno de la vieja cárcel, dando así cumplimiento al acuerdo plenario aprobado por unanimidad en los primeros meses del actual mandato tras una moción del PSOE, crítico con el estado actual de la zona.
Según trasladó ayer a la oposición el concejal de Urbanismo, José Cudeiro, durante la junta de área, el gobierno municipal cuenta ya con los estudios geotécnicos de la actuación, que reflejan que la inversión necesaria para acometer la obra rondaría los 130.000 euros.
Sin embargo, los análisis realizados también ponen de manifiesto los inconvenientes para que la actuación fructifique y se convierta en una realidad. En el recorrido que se quiere adaptar, se encuentran tres parcelas de titularidad privada, lo que obligaría a acudir al sistema de expropiación para hacerse con los terrenos.
Una situación similar bloqueó, durante años, la prolongación del paseo del margen derecho del Miño entre Outariz y Untes, una obra que se activó hace unas semanas y que se convertirá en realidad en los próximos meses en virtud de un convenio suscrito entre la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y el Concello. La inversión aquí ronda el medio millón de euros.
Los problemas a la hora de acudir a las expropiaciones pueden derivar también en el apartado judicial. En este sentido, se ha conocido recientemente que el Concello deberá abonar 600.000 euros por los terrenos en los que se construyó la Molinera o alrededor de un millón por las parcelas del nuevo edificio judicial.
Matadero
En la junta de área de urbanismo, se continuó hablando sobre el futuro del matadero municipal. Descartada su continuidad en A Chavasqueira, Cudeiro explicó a la oposición que, en caso de que se decidiese mantener el servicio, el gobierno local optaría "prioritariamente" por Santa Cruz de Arrabaldo, aunque también existiría la posibilidad de ubicarlo en Seixalbo, donde el planeamiento urbanístico también contempla suelo industrial.
