La caída de cascotes obliga a una rápida intervención para garantizar la seguridad de los viandantes
La caída de cascotes de la fachada de un edificio en la calle Concordia de Ourense obligó, primero, a vallar parte de la acera y de la calzada; después, a instalar un andamio para reparar los desperfectos y evitar nuevos desprendimientos en el inmueble número 18 y los colindantes, como medida de precaución. La instalación del andamio permitirá reparar las deficiencias, por lo menos para que no supongan un peligro para los viandantes y conductores.
Es de destacar la rapidez con la que se instaló esta medida protectora, no sólo por seguridad, sino también para salvaguardar los edificios, construidos a mediados del siglo XX con fachadas de piedra y ornamentos propios de la época.
El deterioro de inmuebles protegidos y nobles es una constante cada vez más frecuente en la ciudad.
