El mal tiempo no arruinó el día a los festivaleros. El Ouren Sound Fest despide por todo lo alto su edición número ocho en Benposta, aunque este domingo hay un “bonus” en la ciudad con un espectáculo infantil en los jardines del Padre Feijóo.
A pesar de que la meteorología no acompañó en una de las jornadas más esperadas del Ouren, el público disfrutó igual de la mejor música en directo. La ocasión lo merecía en el turno de unas actuaciones más esperadas, el gran cabeza de cartel. Andrés Calamaro. El artista más esperado del festival abrió su show con “Output-Input” y siguió con “Cuando no estás”. Con su particular ironía, lanzó un mensaje a los pocos festivaleros que se quedaban en la parte de atrás del recinto: “Los antitaurinos se pueden acercar”.
Casi al final del show, Calamaro sorprendió al público que no se inmutaba con la lluvia invitando al escenario a Depedro. Los dos tocaron el mítico “Sin documentos”.
Pero el de Calamaro no fue el único show que hizo vibrar a los asistentes, en un último día en el que el festival también reivindicó su esencia: la de apoyar grupos que hacen música desde Galicia y, en la mayoría de los casos, en gallego.
El inicio fue con el concierto de los gallegos The Rapants, que ya habían prometido que su misión en el Ouren Sound era generar buen rollo, haciendo bailar y cantar a todos con sus canciones en gallego y castellano. De hecho, acaban de estrenar disco: “O corasón como un after”.
A los gallegos les siguió Depedro, uno de los artistas de moda, que presentó en el Ouren su nuevo disco de estudio “Máquina de piedad”, antes de subir al escenario con Calamaro.
En los descansos, el protagonismo fue para La Duendeneta: la discoteca móvil mantuvo el show.
