La actriz catalana Angélica Liddell, ganadora del premio Valle-Inclán de Teatro, presentó ayer en el Campus su más reciente obra.
Sus obras se caracterizan por ofrecer un marcado carácter contestatario y subversivo. ¿Considera que la ciudad de Ourense está preparada para recibir su mensaje? La verdad es que esta ciudad es nueva para mí, pues es la primera vez que vengo. Pero siento que las ciudades nunca están preparadas, lo que deben de estar preparadas son las conciencias de las personas que van a ver mis obras.
¿Cómo nació la obra que ahora presenta Te haré invencible con mi derrota Jackie?
Quiero reflejar la figura de la concertista Jacqueline Mary du Pré como una interlocutora del dolor y de la falta de esperanza. Creo que en esta obra se enmarca muy bien el conflicto entre la materia y el espíritu, a través de una injusticia poética.
El dolor y los conflictos existenciales son mensajes comunes en sus trabajos
Sí. Supongo que soy una suicida sin suicidio y por eso utilizo las obras para suicidarme poéticamente.
Entonces... ¿qué le da sentido a su vida?
El teatro es lo único que le da sentido a mi vivir. Por eso a veces digo que a ver quién tiene los huevos para matarme (risas).
¿Cuál es su opinión sobre el público gallego?
He venido algunas veces a Santiago de Compostela y lo que he visto es que el público es muy cómplice con los mensajes, pues el público gallego siempre te otorga su atención y su comprensión.
¿Sus obras van dirigidas especialmente al público juve nil o son para todos?
Van dirigidas para todos. Se dice que las obras subversivas son la mejor forma para atraer a los jóvenes pero, en realidad, ellos son los que menos se enteran de nada.
¿Considera a la juventud española conservadora?
Por supuesto, pues siempre rechazan la diversidad y quieren regresar a valores tradicionales que no sirven de nada. Además, creo que la juventud tiene una falta de referencias artísticas y estéticas y eso les impide entender propuestas de todo tipo. Aunque, la verdad, es cierto que yo no trato de ser subversiva ni provocadora, simplemente hago las cosas como mejor sé hacerlas, pues la dicotomía de la vanguardia es estúpida. Si una persona no es capaz de asumir la diversidad me parece conservadora.
Otra de sus facetas es la de escritora ¿qué hace primero literatura o teatro?
Siempre parto de la palabra, pero no tiene por qué ser así. Yo escribía desde niña pero nunca le he dado importancia a esa faceta. Creo que lo escribía antes no tiene mayor importancia comparándolo con lo que hago ahora. Soy muy autocrítica.
¿Cómo nació la obra que ahora presenta Te haré invencible con mi derrota Jackie?
Quiero reflejar la figura de la concertista Jacqueline Mary du Pré como una interlocutora del dolor y de la falta de esperanza. Creo que en esta obra se enmarca muy bien el conflicto entre la materia y el espíritu, a través de una injusticia poética.
El dolor y los conflictos existenciales son mensajes comunes en sus trabajos
Sí. Supongo que soy una suicida sin suicidio y por eso utilizo las obras para suicidarme poéticamente.
Entonces... ¿qué le da sentido a su vida?
El teatro es lo único que le da sentido a mi vivir. Por eso a veces digo que a ver quién tiene los huevos para matarme (risas).
¿Cuál es su opinión sobre el público gallego?
He venido algunas veces a Santiago de Compostela y lo que he visto es que el público es muy cómplice con los mensajes, pues el público gallego siempre te otorga su atención y su comprensión.
¿Sus obras van dirigidas especialmente al público juve nil o son para todos?
Van dirigidas para todos. Se dice que las obras subversivas son la mejor forma para atraer a los jóvenes pero, en realidad, ellos son los que menos se enteran de nada.
¿Considera a la juventud española conservadora?
Por supuesto, pues siempre rechazan la diversidad y quieren regresar a valores tradicionales que no sirven de nada. Además, creo que la juventud tiene una falta de referencias artísticas y estéticas y eso les impide entender propuestas de todo tipo. Aunque, la verdad, es cierto que yo no trato de ser subversiva ni provocadora, simplemente hago las cosas como mejor sé hacerlas, pues la dicotomía de la vanguardia es estúpida. Si una persona no es capaz de asumir la diversidad me parece conservadora.
Otra de sus facetas es la de escritora ¿qué hace primero literatura o teatro?
Siempre parto de la palabra, pero no tiene por qué ser así. Yo escribía desde niña pero nunca le he dado importancia a esa faceta. Creo que lo escribía antes no tiene mayor importancia comparándolo con lo que hago ahora. Soy muy autocrítica.
