La Audiencia provincial condenó a Paulo da Silva Freitas como autor de un delito de lesiones a una pena de tres años de prisión y a una indemnización de 4.500 euros a su víctima, con quien mantiene una relación consanguínea, al ser su sobrino.
El fallo judicial considera probado que el 14 d diciembre de 2007, sobre las 21.00 horas, el acusado se encontraba en el interior de una cafetería de la calle Ramón Puga cuando accedió a la misma su tío, Joao Nunes, momento en el que se inició una discusión. Ésta los arrastró hasta la calle, donde el sobrino comenzó a agarrar a su tío hasta que lo agredió con un bastón en la cara, un golpe que acarreó a la víctima la pérdida de seis dientes.
La sala de lo Penal de la Audiencia atiende en su fallo a la declaración prestada por la propia víctima, que 'señaló a su sobrino como el autor de la agresión sufrida'. Asimismo, se valora 'la declaración testifical de los agentes de la Policía Nacional que acudieron al lugar donde habían sucedido los hechos', y que vinieron a corroborar la versión prestada por la víctima. Los policías -advierte la sentencia- fueron testigos de cómo, al llegar a la calle Ramón Puga, tío y sobrino 'se hallaban discutiendo'.
El tribunal no estima las alegaciones de la defensa. El inculpado había negado ser el autor de las lesiones sufridas por su tío, admitiendo solamente haber estado el día de los hechos en la cafetería situada en la calle Ramón Puga, cuando en la misma entró su pariente. En ese momento, 'empezamos a discutir', pero antes de que las diferencias fueron a mayores, 'me marché de allí'.
La sala de lo Penal de la Audiencia atiende en su fallo a la declaración prestada por la propia víctima, que 'señaló a su sobrino como el autor de la agresión sufrida'. Asimismo, se valora 'la declaración testifical de los agentes de la Policía Nacional que acudieron al lugar donde habían sucedido los hechos', y que vinieron a corroborar la versión prestada por la víctima. Los policías -advierte la sentencia- fueron testigos de cómo, al llegar a la calle Ramón Puga, tío y sobrino 'se hallaban discutiendo'.
El tribunal no estima las alegaciones de la defensa. El inculpado había negado ser el autor de las lesiones sufridas por su tío, admitiendo solamente haber estado el día de los hechos en la cafetería situada en la calle Ramón Puga, cuando en la misma entró su pariente. En ese momento, 'empezamos a discutir', pero antes de que las diferencias fueron a mayores, 'me marché de allí'.
