El 20 de febrero de 2019 hacia las 16:00 horas el hombre esperó escondido a su vecino y, al salir este del portal de la vivienda, se abalanzó a su espalda y le clavó una navaja en varias ocasiones
Un hombre ha sido condenado a siete años de internamiento en un centro de salud mental por tentativa de homicidio al acuchillar a un vecino, como parte de un acuerdo entre las partes en la Audiencia provincial de Ourense después de que dos psiquiatras considerasen que el agresor vivía en un realidad fantasiosa.
Los psiquiatras consideraron que el hombre, diagnosticado con esquizofrenia paranoide, vivía "inmerso en el mundo de Matrix", en alusión a una película de ciencia ficción.
El acusado se sentó en el banquillo de acusados en la vista oral celebrada esta mañana en la Audiencia de Ourense como presunto autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, por el que se enfrentaba a una condena de un máximo de diez años de prisión.
Durante la vista oral, la Fiscalía, así como los abogados de la acusación particular y de la defensa han dado a conocer el acuerdo por el que el acusado tendrá que permanecer internado "un tiempo máximo de siete años", además de cuatro años de libertad vigilada como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa.
Además, tendrá prohibido acercarse a menos de 300 metros de la víctima durante un periodo de cuatro años.
El 20 de febrero de 2019 hacia las 16:00 horas, el hombre esperó escondido a su vecino y, al salir este del portal de la vivienda, se abalanzó a su espalda y le clavó una navaja en varias ocasiones.
La víctima, que consiguió huir hasta encontrar un coche de Policía e informar a los agentes de la agresión sufrida, fue hospitalizada posteriormente.
Según explicó ante la Audiencia, el agresor se abalanzó contra él y le clavó varias puñaladas y en un momento, consiguió darse la vuelta y vio la "punta de la navaja" y, finalmente logró huir, aunque todavía le persiguió.
La Fiscalía ha tenido en cuenta la eximente de responsabilidad criminal toda vez que el acusado sufre esquizofrenia paranoide al menos desde noviembre de 2017, presentando en el momento de la agresión "una exacerbación aguda de su sintomatología de tipo psicótico" consistente en un cuadro delirante con alucinaciones.
El acusado "creía estar conectado a una realidad virtual" que le hacía oír voces que le decían que "el responsable de su situación de coma" era su vecino y que "debería atentar contra él", apunta el escrito acusatorio.
Durante la vista oral del juicio, los psiquiatras ratificaron la existencia de una "clara descompensación psicótica" en el acusado hasta el punto de que en noviembre de ese mismo año tuvo que ser internado por un primer episodio psicótico y, previamente, el médico de atención primaria ya observó algún intento de suicidio.
Esta situación, según explicaron los psiquiatras, le hace vivir en una realidad paralela como si estuviese "inmerso en Matrix", lo que le hace interpretar "cualquier conversación con un significado oculto", como en una película de ciencia ficción.
Por ello, opinaron que su internamiento en un centro bajo medicación, conforme a sus características, es la "medida óptima" para evitar un ingreso en prisión que podría perjudicar su estado, y añadieron que desde que ha sido internado "mejoró radicalmente"
Los psiquiatras consideraron que el hombre, diagnosticado con esquizofrenia paranoide, vivía "inmerso en el mundo de Matrix", en alusión a una película de ciencia ficción.
El acusado se sentó en el banquillo de acusados en la vista oral celebrada esta mañana en la Audiencia de Ourense como presunto autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, por el que se enfrentaba a una condena de un máximo de diez años de prisión.
Durante la vista oral, la Fiscalía, así como los abogados de la acusación particular y de la defensa han dado a conocer el acuerdo por el que el acusado tendrá que permanecer internado "un tiempo máximo de siete años", además de cuatro años de libertad vigilada como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa.
Además, tendrá prohibido acercarse a menos de 300 metros de la víctima durante un periodo de cuatro años.
El 20 de febrero de 2019 hacia las 16:00 horas, el hombre esperó escondido a su vecino y, al salir este del portal de la vivienda, se abalanzó a su espalda y le clavó una navaja en varias ocasiones.
La víctima, que consiguió huir hasta encontrar un coche de Policía e informar a los agentes de la agresión sufrida, fue hospitalizada posteriormente.
Según explicó ante la Audiencia, el agresor se abalanzó contra él y le clavó varias puñaladas y en un momento, consiguió darse la vuelta y vio la "punta de la navaja" y, finalmente logró huir, aunque todavía le persiguió.
La Fiscalía ha tenido en cuenta la eximente de responsabilidad criminal toda vez que el acusado sufre esquizofrenia paranoide al menos desde noviembre de 2017, presentando en el momento de la agresión "una exacerbación aguda de su sintomatología de tipo psicótico" consistente en un cuadro delirante con alucinaciones.
El acusado "creía estar conectado a una realidad virtual" que le hacía oír voces que le decían que "el responsable de su situación de coma" era su vecino y que "debería atentar contra él", apunta el escrito acusatorio.
Durante la vista oral del juicio, los psiquiatras ratificaron la existencia de una "clara descompensación psicótica" en el acusado hasta el punto de que en noviembre de ese mismo año tuvo que ser internado por un primer episodio psicótico y, previamente, el médico de atención primaria ya observó algún intento de suicidio.
Esta situación, según explicaron los psiquiatras, le hace vivir en una realidad paralela como si estuviese "inmerso en Matrix", lo que le hace interpretar "cualquier conversación con un significado oculto", como en una película de ciencia ficción.
Por ello, opinaron que su internamiento en un centro bajo medicación, conforme a sus características, es la "medida óptima" para evitar un ingreso en prisión que podría perjudicar su estado, y añadieron que desde que ha sido internado "mejoró radicalmente"
