El Juzgado de lo Penal 1 de Ourense condenó a Antonio Javier Fernández Jiménez, alias Tarzanín, por el atraco de la sucursal de Caixanova situada en el barrio de As Lagoas. El fallo lo considera responsable de un delito de robo con violencia e intimidación, concurriendo la atenuante de drogadicción, por lo que se le impone una pena de tres años y nueve meses de prisión. Asimismo, se le condena por un delito de resistencia a otros ocho meses de cárcel. La indemnización a Caixanova en concepto de responsabilidad civil se fija en 2.759 euros.
La magistrada considera acreditado que el 5 de noviembre de 2009, a las 13,34 horas, el acusado, de 35 años de edad, entró en la sucursal vestido con una capucha, que, sin embargo, no impedía que se le viese la cara, y un pantalón oscuro con rayas blancas. Con este vestuario, se aproximó al mostrador de la oficina, detrás de la cual había un empleado de la entidad financiera. El acusado se encaramó al mostrador, y con un cuchillo de sierra de unos 20 centímetros de hoja en la mano, amenazó al trabajador. Bajo esta estrategia, consiguió arrebatarle 2.759 euros, hecho que no impidió que no se diese por satisfecho y le reclamase más dinero. Se tomó la libertad de abrir cajones personalmente. No fue posible, sin embargo, aumentar el botín, y salió de la oficina. Una vez detenido, en los calabozos, intentó agredir a un policía nacional.
LOS TESTIMONIOS
La prueba testifical practicada en la vista oral no deja, para la magistrada, ninguna duda de la autoría del delito, ya que desde los tres empleados de la sucursal que se hallaban en la misma durante el atraco, a los policías que visionaron las imágenes de la cámara de videovigilancia, reconocieron al encausado como el autor de los hechos.
LOS TESTIMONIOS
La prueba testifical practicada en la vista oral no deja, para la magistrada, ninguna duda de la autoría del delito, ya que desde los tres empleados de la sucursal que se hallaban en la misma durante el atraco, a los policías que visionaron las imágenes de la cámara de videovigilancia, reconocieron al encausado como el autor de los hechos.
