Los accidentes de tractor son un grave problema de seguridad en la provincia ourensana. Tanto a nivel de circulación como en el ámbito laboral o doméstico. En la última década, fallecieron 172 personas en toda la comunidad, la gran mayoría en Ourense y Lugo, que se sitúan a la cabeza en el número de heridos y muertes.
En las carreteras provinciales se registraron tres fallecidos en los últimos tres años y cinco heridos graves. Sin embargo, a estos se les suman los que tienen lugar en fincas privadas o en ámbitos laborales, como el ocurrido en Maceda el pasado miércoles. Un hombre de 70 años, José Carnicero, falleció tras ser aplastado por su camión que volcó cuando iba a buscar leña. La propia orografía del terreno, en pendiente, habría difultado las maniobras efectuadas por el conductor, que volcó y quedó atrapado por el vehículo falleciendo prácticamente en el acto, según explicaron fuentes de Protección Civil de Maceda. El copiloto de la máquina fue quien alertó del accidente a los servicios de emergencias. Este se encontraba junto al fallecido dado que también se dirigía a buscar leña. A esta se le suman otras dos muertes por la misma causa en menos de 24 horas: un operario que fue atropellado en Tui y un vecino lucense, que también quedó atrapado bajo su tractor.
30 años
Una de las razones por las que suceden estos accidentes es el envejecido estado de la flota tractoril. Según el jefe provincial de Tráfico, David Llorente, la media de antigüedad de los vehículos ourensanos es de 29,9 años. Afirma que esta situación constituye un problema de seguridad vial “porque los tractores matriculados antes de 1984 no tienen arcos de seguridad que impedirían el aplastamiento en caso de vuelco”, señala.
La media de edad de los vehículos de 29,9 años, y no tienen barreras de seguridad en caso de vuelco
Además, para evitar que este tipo de incidencias se multipliquen se prohibió la compra y venta de tractores cuando pasen de los 40 años. La única opción para adquirir uno de estos vehículos es vía herencia. “Es una manera de que vayan desapareciendo de la carretera los más antiguos”, señala Llorente.
