El féretro, muy deteriorado, estaba en el punto limpio de Eiroás. Todo apunta que los huesos podrían ser de tres personas diferentes.
La Policía Nacional trata de averiguar a quién pertenecen los huesos humanos hallados en el interior de un ataúd que fue encontrado en el punto limpio de Eiroás, en Ourense, el pasado domingo. El féretro, según parece muy viejo y bastante deteriorado, tenía en su interior parte de un esqueleto, según precisaron fuentes cercanas al caso.
Se cree que los huesos podrían ser de tres cadáveres diferentes por las corbatas y el calzado que se enviaron al laboratorio de Verín. Los restos están siendo analizados por el antropólogo forense.
Estas mismas fuentes aseguran que es probable que el féretro estuviera en un cementerio y llegase hasta el vertedero como consecuencia de las labores de limpieza de algún particular. Además de incumplir normas sanitarias, que pueden estar castigadas con sanciones administrativas, el tirar restos humanos de un cementerio en otro lugar constituye un delito recogido en el Código Penal, en la sección de los delitos contra la libertad de conciencia, los sentimiento religiosos y el respeto a los difuntos.
El artículo 526 indica que comete este delito "el que, faltando al respeto debido a la memoria de los muertos, violare los sepulcros o sepulturas, profanare un cadáver o sus cenizas o, con ánimo de ultraje destruyere, alterare o dañare las urnas funerarias, panteones, lápidas o nichos será castigado con la pena de prisión de tres a cinco meses o multa de seis a 10 meses".
