La ardua tarea que España tiene por delante para abordar la cuestión demográfica tiene al frente a la ourensana Miri Barreira Diz, a la que no le asusta la encomienda que hace dos meses le encargó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
¿Qué balance hace de las primeras semanas al frente?
Es un reto apasionante, por primera vez tenemos en la agenda nacional el problema demográfico y eso implica un modelo transversal. Hablamos de la evolución demográfica, los fenómenos de despoblación. Es verdad que en la Conferencia de Presidentes quedaron fijados los principales problemas. Una cuestión fundamental es dar oportunidades para formar familias, tener los hijos que deseen con la mejor calidad de vida posible.
¿En qué se va a concretar?
Por primera vez, hay un acuerdo con todas las Comunidades Autónomas para trazar una estrategia global. Vamos a definir las mejores soluciones para evitar que el envejecimiento o la despoblación sean irreversibles, temas que afectan especialmente a provincias como la nuestra.
¿Cómo se estructura el trabajo?
El Consejo de Ministros aprobó hoy (la entrevista se realizó el viernes) crear un grupo de trabajo de carácter institucional en el que están representados nueve ministerios, la Presidencia del Gobierno, las comunidades autónomas y la FEMP para valorar las medidas que podemos incorporar. Se trata de definir todos los ámbitos que tenemos que abordar, lo que se ha hecho. Hay territorios como Galicia que vienen trabajando, con órganos como el Foro de las regiones españolas con desafíos demográficos, que reclamaba precisamente una estrategia. A todo eso le estamos dando respuesta.
¿Tienen ya una dotación presupuestaria?
Primero tenemos que hacer el diagnóstico y definir las medidas. Lo primero que tenemos que hacer es valorar el problema y, después, concretarlos para ver qué recursos necesitamos.
¿Qué receptividad nota en las reuniones que ha mantenido sobre este tema?
Saben que es un tema importante y que nos afecta. Espero que esa receptividad y voluntad que llevó al acuerdo, se mantenga en el trabajo que tenemos por delante. Nos afecta a todos, en España estamos en una tendencia que nos coloca en un escenario en el que el peso de los mayores marcará la pirámide poblacional. Afecta a la sostenibilidad del estado de bienestar, a las pensiones, dependencia.
Por lo que cuenta, el reto que tienen requiere medidas a largo plazo. ¿No es una lucha contrarreloj?
Es una tendencia que se arrastra desde hace décadas y que nos exige tomar medidas pensando en el medio y largo plazo, no es una cuestión que se pueda resolver con inmediatez. Eso sí, hay que ponerse a trabajar cuanto antes, por eso es muy positivo que se haya colocado en la agenda nacional.
Una de las múltiples vertientes del reto demográfico es también la igualdad.
La Unión Europea señala que la igualdad de género es fundamental en esto. Tenemos que trabajar por el empleo femenino, políticas de conciliación, para que las mujeres puedan tener los hijos que deseen e incorporarse sin problema al mercado laboral.
Existen ayudas a la natalidad. ¿Es suficiente?
Los expertos indican que es complicado saber qué tipo de medidas funcionan. Este mismo lunes empezaban las conferencias en la comisión sobre la evolución demográfica en el Senado y allí los expertos ponían en duda que las ayudas a la natalidad afecten a las tasas. Siempre digo que cualquier ayuda es buena, pero está claro que el número de hijos deseado, por encima de dos, está muy por encima del real, 1,33.
Periódicamente, cuando se habla de conciliación, se debate sobre la racionalización de horarios. ¿Es importante?
Es otro tema sobre la mesa. Hay que racionalizar para que la gente pueda disfrutar de su vida familiar. La gente joven le da mucha importancia a esto.
La inmigración. ¿Podría ser parte de la solución?
Cualquier estudio dice que hay dos vías de incorporar población, la natalidad y la inmigración. En el primer caso, la inmediatez es menos percibible, y en el segundo, está muy asociado a la coyuntura económica, acompaña al crecimiento. Es un tema que hay que tener en cuenta, ver los mecanismos de integración. Debemos consolidar la recuperación y creación de empleo. Lo dice el presidente Rajoy, el empleo es la principal política social.
La vida en el rural. ¿Cómo se logra fijar población?
La tendencia es la concentración en zonas urbanas y que el rural pierda gente. Es un aspecto que queremos abordar, las personas en el rural deben tener las oportunidades, los servicios para quedarse. Quien quiera hacerlo, tiene que tener las mismas posibilidades.
¿Se está tratando en Europa?
Otra tarea es colocar el tema en la agenda europea, también les afecta.
¿El demográfico es el problema más importante al que nos enfrentamos?
Es un reto que nos va a marcar en los próximos años, nos marcará la evolución del país, la sostenibilidad, el tipo de país que vamos a tener.
¿Es el reto más ambicioso al que se enfrenta?
La tarea es ingente, porque es colocar por primera vez en la agenda nacional este tema. Estamos intentando implicar a todo el mundo, estoy volcada completamente. Solo espero colaboración, yo estoy volcada.
"Siempre que puedo, hablo de Ourense"
¿Le costó digerir el nombramiento?
No, me puse a trabajar al día siguiente. Es una satisfacción porque conozco la situación de Ourense y poder trabajar por mi tierra me produce mucha satisfacción.
¿Por qué decidió meterse en política?
Siempre he tenido la vocación de servicio público. Cuando uno se da cuenta de que su trabajo sirve para algo, personalmente es la mayor satisfacción que puede haber, estar cerca de la gente.
¿Es importante que sea una mujer la que esté al frente de una cuestión así?
No me lo había planteado así, pero sí que es una buena tarjeta de presentación. Creo que las mujeres estamos avanzando mucho, tanto con aquellas anónimas como las de nombres propios. Así se avanza en la igualdad y se llega a pequeñas conquistas personales que hace unas décadas hubiesen parecido imposibles. Aunque es verdad que siguen existiendo muchos obstáculos que derribar, el empuje de las mujeres y el compromiso del Gobierno nos hace avanzar y tener una sociedad mucho más cohesionada.
¿Tenía algún referente cuándo empezó?
Siempre he tenido muy buenos jefes, aprendí mucho de todos. Estuve con el actual vicepresidente, Alfonso Rueda, que siempre fue un referente para mí. Pero más que fijarme en nombres, me gusta recordar como patrimonio personal lo que he vivido con todos y lo que he podido aprender. Me han ayudado a trabajar mejor.
¿Cómo fue la experiencia de una ourensana en el núcleo duro del Gobierno central?
Muy positiva. Podemos aportar mucho sentidiño los gallegos y al final en política lo importante es la pasión que se le ponga a las cosas y el convencimiento que le pongas. Yo llegué a Madrid con muchas ganas de trabajar y creo que eso se valoró y se lo agradezco.
Dicen que es la mano derecha de Soraya Sáenz de Santamaría. ¿Es así?
Para mí, desde luego es una referencia básica de trabajo, dedicación y capacidad. Lo demuestra cada día.
Parece que le echaban de menos y la rescataron del Senado a las pocas semanas de iniciarse la legislatura?
Tuve la suerte de que confiaban en mí, porque conocían mi trabajo previamente, y por eso me eligieron para el cargo.
¿Qué supuso la llamada de Manuel Baltar para integrar la lista electoral al Senado?
Me daba la oportunidad de trabajar por mis vecinos. Hacerlo desde el Parlamento era muy importante para defender los intereses de Ourense. Lo hice con muchísima ilusión, me siento muy orgullosa, igual que por seguir ahora trabajando por algo tan importante como el envejecimiento y la despoblación.
¿Tiene morriña de Ourense?
Tengo la intención de ir cuanto antes, en cuanto puedo siempre trato de escaparme.
¿Se conocen las potencialidades de la provincia en Madrid?
Desde luego que sí, el otro día estaba con la directora general del Imserso y me comentaba la importancia del termalismo. Yo, cuando tengo oportunidad, siempre intento hablar de Ourense. Tenemos mucho de lo que sentirnos orgullosos.
¿Se ve con una carrera larga en política?
De momento, me centro en este encargo. Es la única preocupación que tengo.
