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La apertura del nuevo albergue de peregrinos se retrasa a verano

El equipamiento tendrá una capacidad de 50 plazas, sala de estar, cocina, duchas, aseos, lavandería o almacén de mochilas

La apertura del nuevo albergue de peregrinos en el Casco Vello, que en un primer momento debía haberse producido a principios de este año, no será hasta verano, según las previsiones que maneja la Axencia de Turismo de Galicia y que ayer trasladó al Concello de Ourense, que cedió el inmueble en la rúa Barreira para su rehabilitación.

El alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, informó ayer de que la Xunta se vio obligada a realizar varios modificados en el proyecto, "algo habitual en traballos de rehabilitación en zonas históricas como reforzos estruturais, impermeabilizacións ou modificacións en saneamento".

El regidor respondió así a las críticas de Ourense en Común por la falta de noticias sobre el nuevo albergue en las juntas de área, manifestadas el pasado miércoles.

"É de agradecer o interese doutros grupos por un proxecto que ideamos, concebimos e executamos desde este goberno local para darlle un impulso ó Casco Vello e aunalo co Camiño de Santiago", destacó Vázquez.

El equipamiento tendrá una capacidad de 50 plazas, sala de estar, cocina, duchas, aseos, lavandería o almacén de mochilas, entre otras dotaciones. La superficie total edificada es de 647,71 metros cuadrados. En las próximas semanas se colocarán pavimentos y se pintarán las estancias. El mobiliario costará casi 21.500 euros. 

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