Cuando el alcohol ya no les produce satisfacción sino sentimiento de culpa y remordimiento es el momento en el que muchas personas deciden acudir al grupo Esperanza Nueva de Alcohólicos Anónimos.

Aprendiendo a vivir sin alcohol

El grupo Esperanza Nueva, esta semana durante una de sus reuniones. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Admitir que eres impotente ante el alcohol y que tu vida se ha vuelto ingobernable. Este es primero de los doce pasos que componen el programa de Alcohólicos Anónimos (A.A.), una comunidad de hombres y mujeres a los que le une un problema común -el deseo de dejar la bebida- y la esperanza de resolverlo, además de ayudar a otros en el camino.
Esperanza Nueva, que esta semana celebró su sexto aniversario, es uno de los tres grupos que funcionan en Ourense. Se reúnen tres veces a la semana en su local de la parroquia de San Pío X.

Por las reuniones han pasado un grupo innumerable de personas de todas las edades y clases sociales -no hacen controles de asistencia ni tienen lista de miembros- que han encontrado en esta asociación un lugar no sólo para dejar la bebida, sino también para 'aprender a conocerse a sí mismos, cambiar y crecer como personas', afirma uno de ellos, quien añade que 'el alcohol te llena de sentimiento de culpa, que es necesario que liberes'.

Todos coinciden en que compartir su experiencia con personas que han vivido situaciones similares es la mejor manera de superar el alcoholismo. 'Puedes ir a psicólogos, contárselo a tu familia, a tus amigos, pero nadie te va a entender como otro alcohólico', explican.

Aunque la bebida ha arruinado parte de sus vidas y ha dañado la de sus allegados, miran hacia adelante.

La cara de los que lo han conseguido recuperarse irradia felicidad, pero siguen acudiendo para mostrar a los que llegan 'que hay una salida, que se puede ser feliz sin una copa', pero también para continuar ayudándose a ellos mismos.

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