Los vecinos del edificio ’Miño’, en As Lagoas, enfrentados por el cierre de un patio comunitario

’Aquí no hay quien viva’, también en Ourense

Varios vecinos ante la verja instalada en la zona común.
Los propietarios de las viviendas sociales ’Miño’, en As Lagoas, protagonizaron ayer una intensa trifulca verbal por el cierre por parte de 27 de los inquilinos de un patio común para convertirlo en garaje, mediante una verja autómatica a la que sólo ellos tienen acceso. El Concello estudia el caso.
Si los guionistas de las célebres series televisivas sobre rifirrafes vecinales hubieran estado ayer en el edificio Miño de As Lagoas, hubieran contado con una inesperada fuente de inspiración para escribir algún que otro capítulo que podría situarse en los primeros puestos de las mediciones de audiencias.

Y es que en esta urbanización de viviendas sociales situada desde hace dos décadas entre las calles Vasco da Ponte y Escultor Faílde, se vivió ayer un particular enfrentamiento que amenaza con ser sólo el primero de otros muchos. Todo comenzó, según 14 de los propietarios de las 41 viviendas existentes, cuando varios vecinos decidieron ocupar un patio común para guardar allí sus vehículos, a modo de garaje. Tanto fue así, que incluso instalaron una puerta autómatica con mando a distancia y con acceso sólo para 27 inquilinos, algo que desató el enfado y la indignación del resto de la comunidad, que señala que la zona es común y no puede ser cerrada para uso particular, del mismo modo que tampoco fue concebida para el estacionamiento de turismos, alertando de posibles peligros para las viviendas en el hipotético caso del incendio de un coche. Señalan además que el mecanismo eléctrico de la propia verja, en días de lluvia, puede ser altamente peligroso para los niños o los viandantes. Así, los damnificados por esta acción decidieron impedir el paso a los vehículos que consideran ’usurpadores’ de su espacio comunitario. De hecho, destacan que no existe licencia municipal de vado permanente, tan sólo pintura amarilla que prohíbe el estacionamiento en la salida. Ade más, acusan al Concello y a las administraciones públicas de ’cómplices’ de los vecinos que decidieron cerrar el patio, señalando que les motivó la idea de ’revalorizar sus pisos para venderlos’, dotándolos de este modo con garaje, después de que la comunidad aprobase una derrama hace un año para instalar ascensores nuevos en la urbanización. ’Non sei que se pensa esa xente, estas son vivendas de xente humilde, non é Falcon Crest’, señalaba con indignación un inquilino.

Y al más puro estilo ’Aquí no hay quien viva’, han decidido impedir a toda costa el funcionamiento del garaje que consideran ’ilegal’, bloqueando con sus propios coches la salida de éste. ’E que non aparezan raiados ou dañados, porque saberemos a quen botarlle a culpa’, matizó uno de los vecinos contrarios al nuevo garaje.

El Concello

Con respecto al Concello, aunque destacaron que han existido casos similares, fuentes municipales no tenían ayer conocimiento del caso, para el que iniciarán estudios de inmediato a fin de verificar si hubo o no ilegalidad. Recordaron las mismas fuentes que en el barrio de A Ponte, en la avenida de Marín, sucedió un caso similar, auspiciado por un informe emitido por el anterior gobierno del PP, que generó varias protestas por una serie de garajes ilegales en los edificios situados frente al instituto Eduardo Blanco Amor.


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