Fuera atriles y micrófonos, dentro castañas y chorizos. Los magostos con familia y amigos fueron la actividad principal escogida por los representantes políticos para pasar la jornada de reflexión tras los ocho días de campaña y una larga precampaña y desconectar así de la búsqueda del voto.
Hay excepciones, como la de la candidata del PP al Congreso, Ana Vázquez, que no dudó en seguir buscando, aunque en este caso con uno de sus hobbys, salir al monte a por setas. Fue la única representante popular que no se fue de magostos, algo que sí hicieron el presidente provincial, Manuel Baltar, y el aspirante al Senado Miguel Ángel Viso.
Con comida también pasó el día la cabeza de lista del PSOE, Marina Ortega, que compartió una tapa de pulpo con compañeros y amigos en un restaurante carballiñés, además de dedicar el día a su familia.
Aprovechar el tiempo tras la campaña llevó también al líder de Podemos, David Bruzos, a lanzarse al monte con familia y amigos. "A xornada de reflexión en Ourense faise magosteando", dice.
También con los suyos estuvo la candidata de Ciudadanos, Inés Iglesias, que se quedó en Santiago con sus padres tras llegar de Barcelona. Un paseo por la zona histórica y algo de "shopping", actividades perfectas para salir de la rutina.
El aspirante por el BNG, Francisco García, se quedó en su villa natal, Allariz, saliendo a tomar algo a mediodía con los amigos.
La más original fue la candidata de Vox, Begoña Conde, que cogió rumbo a Euskadi para estar con su hermana Isabel, madre de Santiago Abascal, y sus sobrinas. En reflexión, todo vale.