Agustín Peña Valverde es argentino pero lleva 10 años afincado en Ourense. Ayer regresaba precisamente a la ciudad, procedente de Cracovia. Su viaje no sería noticia si no fuese porque hizo todo el recorrido, pasando por Santiago, en bicicleta.
Agustín Peña no tenía intención de peregrinar a Ourense desde la patria chica del Papa Juan Pablo II, sólo pretendía recuperar el ejercicio, la actividad deportiva que había perdido tras alejarse del hockey sobre hierba, que antes practicaba.
Adquirió una bicicleta sólo unos días antes de iniciar el viaje desde aquella región polaca a la ciudad de As Burgas. Pero ahora confiesa que está definitivamente enganchado al vehículo de pedal y que no va a pasar un día sin que recorra parte de la ciudad con su bicicleta, que mantiene como oro en paño porque fue su fiel compañera durante los 88 días que duró el viaje.
Agustín Peña volverá ahora a sus estudios en la Universidad pero asegura que no olvidará nunca la amabilidad de los pueblos que atravesó, porque sus recursos eran limitados y siempre tuvo cobijo y comida en cada uno de ellos.
Adquirió una bicicleta sólo unos días antes de iniciar el viaje desde aquella región polaca a la ciudad de As Burgas. Pero ahora confiesa que está definitivamente enganchado al vehículo de pedal y que no va a pasar un día sin que recorra parte de la ciudad con su bicicleta, que mantiene como oro en paño porque fue su fiel compañera durante los 88 días que duró el viaje.
Agustín Peña volverá ahora a sus estudios en la Universidad pero asegura que no olvidará nunca la amabilidad de los pueblos que atravesó, porque sus recursos eran limitados y siempre tuvo cobijo y comida en cada uno de ellos.
