El Colegio de Arquitectos de Galicia ha presentado un 'plan de viabilidad' que contempla la supresión de 17 puestos de trabajo en sus siete delegaciones, entre ellas la ourensana, que se quedaría sin sus dos empleados (un arquitecto y un administrativo).
El órgano colegial cuenta con una sede central en Santiago con 30 empleados, cuya actividad se prevé mantener con la prestación de servicios telemáticos a toda Galicia. No obstante, se cerrarán las delegaciones de A Coruña, Ferrol, Santiago, Lugo, Ourense, Pontevedra y Vigo.
El presidente de la delegación del colegio en Ourense, José Jaime Vázquez, explicó que esta medida deriva de la difícil situación económica que atraviesa el colectivo de arquitectos, con una drástica reducción de la actividad y descenso de la cifra de visados. Por ello, se acordó esta medida 'porque es la única que puede garantizar la superviencia del colegio' y, además, fue ratificada por una consultora a la que encargaron un estudio de viabilidad. 'Es una medida dolorosa y ha sido difícil adoptarla', indicó.
La postura de la delegación ourensana fue ratificada por la junta directiva aunque, al igual que en otras ciudades gallegas, hay profesionales que no la comparten. 'Respetamos todas las opiniones, pero no nos gustaría que el colegio desapareciese', señaló.
La supresión de estos puestos de trabajo se encuentra actualmente en fase de negociación, a través de un expediente de regulación de empleo.
La delegación de Ourense tiene su sede en un local en alquiler en la Praza Maior y, según indicaba Vázquez, por el momento todavía no está decidido si lo dejarán, circunstancia que dependerá, entre otros factores, de la gestión del archivo y documentación contenida.
El presidente de la delegación del colegio en Ourense, José Jaime Vázquez, explicó que esta medida deriva de la difícil situación económica que atraviesa el colectivo de arquitectos, con una drástica reducción de la actividad y descenso de la cifra de visados. Por ello, se acordó esta medida 'porque es la única que puede garantizar la superviencia del colegio' y, además, fue ratificada por una consultora a la que encargaron un estudio de viabilidad. 'Es una medida dolorosa y ha sido difícil adoptarla', indicó.
La postura de la delegación ourensana fue ratificada por la junta directiva aunque, al igual que en otras ciudades gallegas, hay profesionales que no la comparten. 'Respetamos todas las opiniones, pero no nos gustaría que el colegio desapareciese', señaló.
La supresión de estos puestos de trabajo se encuentra actualmente en fase de negociación, a través de un expediente de regulación de empleo.
La delegación de Ourense tiene su sede en un local en alquiler en la Praza Maior y, según indicaba Vázquez, por el momento todavía no está decidido si lo dejarán, circunstancia que dependerá, entre otros factores, de la gestión del archivo y documentación contenida.
