Una investigación por la venta de prendas falsificadas que se judicializó en Tui hace nueve años y que concluyó con 16 imputados de distintas provincias aterrizó ayer en el Penal 1 de Ourense tras ser despiezada en Pontevedra, teniendo en cuenta la residencia de los inculpados. Pero el asunto, pese al tiempo transcurrido, aún no está listo para ser sentenciado por una serie de vicisitudes procesales.
En el juicio señalado para la mañana de ayer en el Penal 1, el fiscal pidió la nulidad de actuaciones como cuestión previa mientras que los letrados de los encausados, dos vecinos de la ciudad y un tercero de Valdeorras, aseguran que el asunto está prescrito.
El representante del Ministerio Público alegó que el Juzgado Penal 1 de Ourense no le notificó la recepción de este procedimiento cuando le llegó desde el Penal 1 de Pontevedra, órgano que, según entiende, no era competente para desgajar la causa, algo que le corresponde al juzgado instructor. La acusación pública sostiene que el asunto fue calificado en Pontevedra y debe volver para allí. En otros lugares, como Bilbao, por ejemplo, ya zanjaron el procedimiento con un auto de archivo por prescripción.
La Guardia Civil se incautó de prendas falsas en un establecimiento de ropa de la calle Río Arnoia de la ciudad el 28 de abril de 2015. Sus propietarios, F.T. y C.C., acabaron encausados porque había prendas con logos de Adidas, Puma, La Martina y otras conocidas marcas sin la autorización de las mercantiles. Ese mismo día, pero en Vilamartín, agentes del Instituto Armado registraron el domicilio de I.A.D. Hallaron 52 pares de zapatillas falsificadas.
El fiscal de Pontevedra que calificó el asunto reclamó nueve meses de cárcel para la pareja de la ciudad y cinco para el vecino de Vilamartín.
