Los alcaldes evalúan los daños que ocasionó el fuego en captaciones de agua, mobiliario público y propiedades privadas
La mayor parte de los concellos afectados por el ataque incendiario del pasado fin de semana (la provincia registró 105 fuegos de los 173 contabilizados en Galicia entre el sábado y el lunes)ya manejan cifras sobre superficie carbonizada y daños que ocasionó el fuego en mobiliario e infraestructuras públicas e incluso propiedades. Los datos referentes al número de hectáreas de monte afectado son alarmantes, dado que, a falta de contabilizar la superficie ardida en incendios de más de 20 hectáreas en A Gudiña, Boborás y Chandrexa, ascienden a 20.300. Durante el 2016, el fuego calcinó 11.355 hectáreas en la provincia.
La superficie ardida el pasado fin de semana aún podría ser más del doble si se tienen en cuenta el monte calcinado por incendios más pequeños durante el fin de semana en Xinzo, Sandiás, Vilamartín, Os Blancos, A Rúa, Verín, Castrelo do Val y A Mezquita. Este último obligó a cortar el pasado domingo durante una hora la autovía A-52, en ambos sentidos.
Según los datos facilitados por los propios regidores, en Muíños ardieron 5.000 hectáreas, en Parada de Sil, 2.000; en Carballeda de Avia, 3.700; el incendio que afectó a Paderne de Allariz, Maceda, Baños de Molgas y Esgos convirtió a cenizas otras 2.000; en Melón ardieron 3.000, en Vilariño de Conso 1.300; Lobios contabilizó 1.600, San Cristovo de Cea 2.000 y Castro Caldelas 1.100. La lista continúa con el monte carbonizado en Vilar de Barrio (800), Vilamarín (300) y Piñor (200).
La lluvia que descargó durante la madrugada de ayer alivió el trabajo a los brigadistas y eliminó la densa humareda que envolvía la provincia. A las 20,00 horas, Medio Rural daba aún por activos 10 incendios (16 en toda Galicia) en Paderne, Baños de Molgas, Lobios, Melón, Maceda (dos), Esgos, Monederramo y Xunqueira de Espadañedo. Sobre las 22,00 horas comenzaba a llover y a buen seguro todos los quedaban apagados.
Viviendas
Algunos de los alcaldes ya tienen balance sobre el daño que ocasionaron los fuegos en infraestructuras públicas, fauna y propiedades privadas. "Arderon 10 viviendas. Sete estaban habitadas e os donos están realoxados en vivendas de familiares. Nas outras tres non vivía ninguén, pero son inmuebles rehabilitados, que estaban ben acondicionados", afirmó el alcalde de Carballeda de Avia, Luis Milia, recordando que también resultaron afectadas bodegas, alpendres, rutas de senderismo y viejos molinos.
En Carballeda de Avia, recibieron ayer sepultura los restos mortales de Marcelino Martínez Fernández , de 78 años, la tercera víctima mortal de las cuatro (dos fueron Nigrán y otra en Vigo) que dejaron los incendios. El funeral, al que acudieron numerosos vecinos, fue oficiado por el obispo de Ourense, Leonardo Lemos.
Caza y pesca
El regidor de Muíños, Plácido Álvarez, augura que en su municipio no habrá presas de caza durante los próximo cuatro años. "Os arrastres de cinsa e contaminación hacia o río Sales acabaron con toda a vida acuática. Esté río non se repondrá tamén hasta que pasen uns tres ou catro anos", añadió.
Las llamas, según los datos de este concello, calcinaron señales de senderismo y ruta BTT, contaminaron manantiales, dañaron albergues, tendidos eléctricos, cuatro casas, manantiales y captaciones de agua y repetidores de televisión. "Agora mesmo, os gandeiros non teñen un prado para pastar os animais", lamentó Plácido Álvarez.
En Albarellos (Boborás) ardieron casas en ruinas y en Melón una habitada, cuyos dueños también perdieron el coche. La alcaldesa de Castro Caldelas, Sara Inés Vega, recordaba que el fuego calcinó dos casas deshabitadas, una garaje en el que había un tractor, una segadora y aperos agrícolas, incluidos dos carros antiguos de bueyes. También ardieron dos colmenares y tres silo de forraje. "En Castro Caldelas, estamos loitando por dar a coñecer a carne de vacún. Xa temos unha marca, un calidade conocida en boa parte do territorio. Agora mesmo, os gandeiros non teñen un lugar para producir esa carne", puntualizó la regidora.
Este último argumento también se esgrime en Lobios. La alcaldesa de este municipio, María del Carmen Yáñez, recuerda que a los incendios del domingo hay que sumarle los registrados durante este verano. "Fomos moi castigados polos lumes. Boa parte do concello está carbonizado", aseguró.
Los técnicos municipales trabajan sin tregua en elaborar informes de daños con el objetivo de presentarlos en las distintas administraciones para recabar ayudas económicas que palien las consecuencias de los incendios, sobre todo entre los vecinos.
