La Atención Primaria se reivindica como dique de contención del virus

La pandemia del coronavirus ha supuesto una revolución a todos los niveles, con el sistema de salud forzado a adaptarse a contrarreloj a un escenario impensable hace pocos meses y en el que la Atención Primaria, ya sobrecargada de por sí, está jugando un papel fundamental en el control del virus, para que los contagios no se desmadren y los hospitales sufran niveles de sobrecarga que condicionen la actividad asistencial. Así, los profesionales del área sanitaria de Ourense reivindican el trabajo que se lleva a cabo en los centros de salud y PAC de la provincia, asegurando que funcionan como dique de contención del virus tras haberse visto obligados a adaptarse a marchas forzadas a esta nueva realidad. Tras el tsunami que supuso la primera ola de primavera, que pilló a todo el mundo desprevenido, cargos de la gerencia del área y profesionales sanitarios aseguran haber llegado "mejor preparados" a esta segunda oleada de una pandemia que les ha obligado a reinventarse. Cambios "El covid ha intensificado algunos problemas, pero la Atención Primaria debe seguir siendo ese filtro para evitar lo máximo posible ir al hospital", explica el presidente del Colegio de Médicos de Ourense, José Luis Jiménez, que defiende el papel cada vez más preponderante de las consultas telefónicas en el día a día, aunque con algún matiz: "Como colegio, estamos de acuerdo en que los médicos se autogestionen su consulta, pero debería haber un buen cribado e intentar salir del médicocentrismo". Una visión positiva ofrece del trabajo que se ha realizado durante los últimos meses la directora de Atención Primaria de la EOXI, Isabel Gómez, que subraya por un lado el trabajo "para definir los circuitos en todos los centros de salud para adaptarlos" y, por otro, la "seguridad" conseguida "con agendas específicas para combinar la atención presencial y telefónica", destacando que se está reorientando la actividad para que los usuarios solo tengan que acudir al centro de salud si es estrictamente necesario. "Toda la parte administrativa, partes de baja, informes médicos, resultados de analíticas, seguimiento a crónicos estables se puede evitar". Seguimiento Esta reestructuración se ha tenido que compaginar con el control y seguimiento de personas infectadas de coronavirus. "La Atención Primaria es en estos momentos la puerta y el filtro, llegamos a tener cerca de 2.000 pacientes a seguimiento, porque a los del covid hay que sumarle el trabajo a mayores de otras patologías, los crónicos. La labor de los centros de salud ha sido esencial y crucial para que los hospitales no hayan llegado a cifras mucho más elevadas", explica la subdirectora de Enfermería de Atención Primaria, Josefa Rodríguez Araújo, poniendo en valor la capacidad de adaptación ante la nueva situación. "En la primera oleada fue todo más complicado por el confinamiento y aunque tuvimos durante el verano un medio relax, después hubo que ponerse las pilas, pero estábamos ya mejor preparados", añade Rodríguez Araújo. Uno de los grandes desafíos desde la desescalada y ahora la segunda ola es el rastreo de los casos, para evitar la transmisión comunitaria. La coordinación entre la Atención Primaria y la Central de Seguimiento de Contactos debe todavía optimizarse. "Nuestra apuesta es por que lo hagan los sanitarios, pero la Xunta apuesta ahora por que los contactos estrechos vayan a esa central para intentar quitar carga de trabajo pero son teleoperadores y no hay ese conocimiento clínico", sostiene José Luis Jiménez. En esta línea se pronuncia José Luis López-Álvarez Muíño, jefe de servicio del centro de salud de A Cuña y miembro del comité clínico que asesora a la Xunta. "Pensamos que é mellorable a coordinación, xa que ás veces se demoran un tempo en chamar e nestes casos o interesante é facer a proba de maneira rápida", indica. Diferencias Como en otros ámbitos de la vida, la dicotomía rural-urbano también es palpable en la situación actual de pandemia, con los centros de salud de la ciudad, con un volumen de pacientes mucho mayor, más afectados por los cambios. "Cada caso dá moito traballo pero non teño a sensación de que se deixasen de lado pacientes con problemas relevantes. Estamos capeando o temporal razonablemente ben e con moita profesionalidade", afirma López-Álvarez Muiño. Desde el centro de salud de Lobios, la médico Patricia Pazos entiende que "lo vivimos probablemente de manera diferente", aunque deja claro que también tanto profesionales como pacientes se han tenido que adaptar. "Intentamos hacer una educación sanitaria, nos molestamos mucho en explicarles las cosas, tranquilizarlos", dice Pazos, consciente de que el rural sufre más si cabe el envejecimiento de la población. Con todo, destaca que el bum de la atención no presencial "ha acabado también con ese hiperfrecuentadores de los centros de salud". El cambio de paradigma en la relación con los especialistas también se nota. "Nos hemos dado cuenta de que la consulta telefónica es un recurso que ahorra tiempo y hay que incidir en este modelo", añade esta médico, consciente también como sus compañeros de que esta crisis puede suponer también una oportunidad. Una plantilla de más de un millar de personas al límite Más de 1.100 trabajadores conforman el cuadro de personal de la Atención Primaria en Ourense, una plantilla al límite dado que, según fuentes de la gerencia, "no hay a fecha de hoy enfermeros o médicos disponibles en las listas de contratación, por lo que todos los que pueden trabajar lo hacen". En el desglose que aportan, hay 417 facultativos, 454 sanitarios y 255 personas dedicadas a trámites administrativos. Ourense tiene 106 centros de salud, 14 PACs y dos zonas especiales de guardia.