La Audiencia provincial ha desestimado el recurso de apelación por el que Flager solicitaba que la anotación preventiva (la que avisa a terceros de que la superficie está sujeta a pleito) sobre sus parcelas en la Finca Santamarina afectase únicamente a las dos de uso residencial, liberando así la de El Corte Inglés. El auto, para el que ya no cabe recurso, supone un importante varapalo a los intereses de la inmobiliaria, que vincula el desarrollo de su proyecto a la implantación del centro comercial, algo que, insiste, sólo se producirá en un solar libre de cargas.
Con la decisión de la Audiencia, la finca de Flager mantendrá la anotación preventiva en el Registro de la Propiedad hasta la resolución del procedimiento principal: la reclamación de los derechos de propiedad que ejercen tres reversionistas. Un proceso que puede llevar años, entre sentencias y apelaciones. Para el gerente de Flager, Francisco Castro, el auto de la Audiencia 'es un freno importante para el proyecto'. Así las cosas, el abogado de la empresa, Felipe Izquierdo, considera que 'la cosa no pinta bien, entre otras razones porque ya está señalado el día para la subasta'.
Y ése es, precisamente, el principal escollo al que se enfrenta ahora la propiedad de Flager en la Finca Santamarina: la subasta prevista para el 4 de mayo, consecuencia de los embargos ejecutados por los reversionistas a los que había comprado su derecho inicialmente y con los que mantiene un proceso judicial aún pendiente de la resolución del Tribunal Supremo (aunque la subasta se derivaría de la ejecución provisional de la sentencia que daba razón a las reclamaciones de los reversionistas, de entorno a 2,5 millones de euros). Castro afirma que 'todavía tenemos que valorar qué podemos hacer frente a la subasta, ya que recibimos la notificación de que será en mayo hace unos días y entonces teníamos puestas nuestras esperanzas en que la Audiencia levantase la medida cautelar sobre la finca (la intención de Flager era frenar los embargos con el dinero de El Corte Inglés)'. El responsable de la promotora cree que un acuerdo con los demandantes es 'realmente complicado por las pretensiones que tienen'. En todo caso, desde Flager se insiste en que El Corte Inglés sólo 'compraría una parcela libre de cargas'.
Reacciones
El auto no pasó desapercibido para el resto de propietarios de suelo de la Finca Santamarina: la Diputación y el Concello. El gerente de Urbaourense, José Jesús Cudeiro, entendía ayer que 'esto no tiene más remedio que una solución amistosa, ya no sólo por la medida preventiva sino también por la subasta, en la que todo el mundo saldría perjudicado, incluido los reversionistas'. A su juicio, 'el auto es una mala noticia para todo Ourense porque implica inconvenientes para que se implante El Corte Inglés, que probablemente adopte otra postura, y a nosotros también porque significa que no podremos empezar a urbanizar la finca como teníamos previsto'.
Tras recibir la noticia de la decisión de la Audiencia, Cudeiro confiaba ayer en 'hablar con el representante de Flager y ver qué medidas se pueden tomar, porque esto paraliza toda la actividad', ya que 'nosotros no tenemos la mayoría de la finca y no podríamos empezar con la urbanización'.
Mientras, el alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, señalaba que, aunque éste es 'un litixio entre particulares', espera que 'haxa un acordo entre os reversionistas e Flager pensando que calquera posibilidade de futuro pasa por ese entendemento e que eso incide no proxecto non só dese área comercial, senón tamén do auditorio ó aire libre e demais infraestructuras'.
En este punto coincide también el letrado de uno de los reversionistas, Alfonso Grande, que entiende que 'antes de chegar á subasta, o normal é que se intente chegar a un acordo'. El abogado se mostraba ayer muy satisfecho del auto de la Audiencia, al considerar que 'se impoñen os criterios de legalidade sobre os manipulativos'. A su juicio, 'a Audiencia nos dá a razón porque a tivemos sempre, xa que se modificaba a medida preventiva, non había garantías dos nosos dereitos'. Grande insiste en desvincular la anotación preventiva con el retraso en el proyecto de El Corte Inglés, ya que 'non hai nada que lles impida vender a finca sempre que se manteña un aval que garanta os nosos dereitos'.
Y ése es, precisamente, el principal escollo al que se enfrenta ahora la propiedad de Flager en la Finca Santamarina: la subasta prevista para el 4 de mayo, consecuencia de los embargos ejecutados por los reversionistas a los que había comprado su derecho inicialmente y con los que mantiene un proceso judicial aún pendiente de la resolución del Tribunal Supremo (aunque la subasta se derivaría de la ejecución provisional de la sentencia que daba razón a las reclamaciones de los reversionistas, de entorno a 2,5 millones de euros). Castro afirma que 'todavía tenemos que valorar qué podemos hacer frente a la subasta, ya que recibimos la notificación de que será en mayo hace unos días y entonces teníamos puestas nuestras esperanzas en que la Audiencia levantase la medida cautelar sobre la finca (la intención de Flager era frenar los embargos con el dinero de El Corte Inglés)'. El responsable de la promotora cree que un acuerdo con los demandantes es 'realmente complicado por las pretensiones que tienen'. En todo caso, desde Flager se insiste en que El Corte Inglés sólo 'compraría una parcela libre de cargas'.
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El auto no pasó desapercibido para el resto de propietarios de suelo de la Finca Santamarina: la Diputación y el Concello. El gerente de Urbaourense, José Jesús Cudeiro, entendía ayer que 'esto no tiene más remedio que una solución amistosa, ya no sólo por la medida preventiva sino también por la subasta, en la que todo el mundo saldría perjudicado, incluido los reversionistas'. A su juicio, 'el auto es una mala noticia para todo Ourense porque implica inconvenientes para que se implante El Corte Inglés, que probablemente adopte otra postura, y a nosotros también porque significa que no podremos empezar a urbanizar la finca como teníamos previsto'.
Tras recibir la noticia de la decisión de la Audiencia, Cudeiro confiaba ayer en 'hablar con el representante de Flager y ver qué medidas se pueden tomar, porque esto paraliza toda la actividad', ya que 'nosotros no tenemos la mayoría de la finca y no podríamos empezar con la urbanización'.
Mientras, el alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, señalaba que, aunque éste es 'un litixio entre particulares', espera que 'haxa un acordo entre os reversionistas e Flager pensando que calquera posibilidade de futuro pasa por ese entendemento e que eso incide no proxecto non só dese área comercial, senón tamén do auditorio ó aire libre e demais infraestructuras'.
En este punto coincide también el letrado de uno de los reversionistas, Alfonso Grande, que entiende que 'antes de chegar á subasta, o normal é que se intente chegar a un acordo'. El abogado se mostraba ayer muy satisfecho del auto de la Audiencia, al considerar que 'se impoñen os criterios de legalidade sobre os manipulativos'. A su juicio, 'a Audiencia nos dá a razón porque a tivemos sempre, xa que se modificaba a medida preventiva, non había garantías dos nosos dereitos'. Grande insiste en desvincular la anotación preventiva con el retraso en el proyecto de El Corte Inglés, ya que 'non hai nada que lles impida vender a finca sempre que se manteña un aval que garanta os nosos dereitos'.
