La sección penal de la Audiencia de Ourense reservó toda la semana su sala de vistas para juzgar al vilanovés Francisco Javier Janeiro Rodríguez -”Javillo”, para sus conocidos- y su clan, en el que también la fiscal incluye a su mujer Rosa y a su hijo Miguel Ángel por un supuesto delito de tráfico de drogas a mediana escala, que tenía uno de sus centros de operaciones en la ciudad, en el barrio de O Vinteún. El inculpado y su familia vivía a caballo entre Ourense y Sanxenxo en el año 2021. Los grupos policiales antidroga lo consideran como el mayor capo de la heroína en Galicia, algo así como el Sito Miñanco de esa sustancia, condenado por la Audiencia Nacional a ochos años de prisión por narcotráfico.
Javillo y sus supuestos proveedores y colaboradores fueron detenidos en el marco de la Operación Reditus desplegada en diciembre de 2021 a lo largo de tres fases por funcionarios de la Unidad Operativa del Servicio de Vigilancia Aduanera en Ourense; los Equipos de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de Guardia Civil de Ourense y Pontevedra y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense; y la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de Pontevedra y el Grupo de respuesta especial contra el Crimen Organizado (GRECO) de la Policía Nacional en Galicia. Para todos ellos, la acusación pública reclama penas que van de los 8 años a los 18 meses de prisión. Hubo incautaciones no solo de heroína (5,6 kilos)) sino también cuatro kilos de cocaína y 35 hachís, además de dinero, material para manipular la droga y vehículos.
El caso que llega hoy a juicio fue instruido en Ourense aunque la detención de Janeiro, el 8 de diciembre de 2021, fue en una estación de servicio de Sanxenxo cuando estaba con su socio colombiano. Los agentes se incautaron en el airbag de un coche 5,4 kilos de heroína. En ese momento, Janeiro estaba en busca y captura para que cumpliese la condena que le impuso la Audiencia Nacional en 2020.
De Ourense al resto de España
En el curso de las investigaciones policiales, hubo seguimientos a Sevilla, Málaga, Madrid, Pontevedra y Ponferrada (León). Las entregas se realizaban en un garaje que Javillo tenía en O Vinteún. De esta forma, asegura la fiscal, “podía meter los vehículos realizar cargas y descargas lejos de la vista de curiosos”. Había un segundo local para guardar la droga adquirida en Madrid, Sevilla y Pontevedra.
Los vehículos en los que se transportaba, según la versión de la acusación pública, estaban perfectamente preparados para ocultarla (dobles fondos o caletas) mientras en otros coches “lanzadera” viajaban algunos de los detenidos para realizar labores de contravigilancia y asegurar el trayecto hasta los garajes.
En el banquillo de los acusados, además de Janeiro, su esposa y su hijo, estarán Alejandro Mendoza, Libaniel Moreno, Andrés Fernando Calvo, Jesús Nine Oubiña, José Alfonso García y Christian Sanginés, todos ellos acusados de tráfico de drogas que causan grave daño a la salud.
