EN LA CIUDAD

El aumento de los controles de la Policía Local inquieta a los pulpeiros

La Concejalía de Comercio solicitó las inspecciones para "realizar unha regulación máis específica" de este gremio en la ciudad

Los 49 pulpeiros registrados por el Concello de Ourense repartidos por la ciudad expresan su preocupación por la iniciativa tomada por el gobierno local desde el pasado mes de marzo de realizar controles por parte de la Policía Local de la ubicación y metros que ocupa cada uno de ellos. "El hecho es que nos han sacado fotos y han medido el espacio que ocupamos, pero no nos han sabido dar explicación de cuál era la razón de este registro", señala Pablo Vázquez, dueño de un puesto que lleva "más de 20 años instalado aquí, en la esquina de Jesús Soria con la Dalí; yo lo heredé de mi tía", explica.

Añade que esta falta de información por parte del Concello les está generando mucha "incertidumbre, se ha llegado a hablar de que si el Concello quiere sortear los puestos, algo que no entra en cabeza humana porque nosotros tenemos ya una clientela hecha aquí; eso sería inviable". También especulan los pulpeiros con que "haya una directiva europea que obligue a regularizar de alguna forma esta actividad", apunta este profesional.

María González, presidenta de la asociación de pulpeiros de Ourense, reconoce que "me ha llegado la preocupación de los asociados, pero no sabemos nada; el caso es que han cambiado recientemente la concejala de Comercio (ahora es de Flora Moure en lugar de Belén Iglesias) y supongo que esa será la razón de que no hayan explicado nada". Entiende en todo caso que "estarán mirando las ubicaciones donde hay quejas y también es cierto que se llegará a un punto en que ya no habrá posibilidad de más vendedores".

Sí reconoce que "hay puestos que tienen problemas de ubicación y parece que se han recibido quejas porque impedían el paso, pero no sé donde están ubicados ni si esa es la razón de estos controles de la Policía Local".

Por otra parte, "todavía no nos han cobrado la tasa que religiosamente nos obligan a pagar todos los años en enero", señala Ana Gómez, con un puesto de pulpo en la calle Ervedelo, frente al colegio Santo Ángel. Explica que ella paga "alrededor de 1.000 euros anuales, pero porque trabajo sábado, domingo y festivos", ya que la tasa por trabajar sólo los domingos es de unos 500 euros. Plácido Ruzo, con un puesto en avenida de As Caldas, añade que "no saben ni ellos por qué, yo sólo sé que vinieron a medir y sacaron fotografías".

Desde el Concello aseguran que "ata este momento non existe ninguna queixa relacionada con esta materia (los puestos de pulpo) na Concellería de Comercio". La edil Flora Moure explica que su concejalía "está a realizar un estudio en profundidade desta actividade". Por este motivo, solicitó su antecesora en el cargo, Belén Iglesias, a la Policía Local un trabajo de campo, que consistió en documentar "coa maior precisión posible o desenvolvemento real da actividade."

Añade la concejala de Comercio que "unha vez feito este estudo, a Concellería estudiará a posibilidade de realizar unha regulación máis específica que permita a estes vendedores realizar o seu traballo coas maiores garantías e amparados por unha normativa adecuada as súas necesidades", especifica que "sempre poñendo en valor unha actividade que enriquece a cidade e que se debe potenciar".

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