La conselleira de Política Territorial, María José Caride, visitó ayer las pruebas de carga sobre el viaducto del Miño de la AG-53. La ejecución del último tramo (entre Cea y la A-52) está muy avanzada, por lo que la conexión completa entre Ourense y Santiago estará operativa antes de que finalice el primer trimestre de 2009.
La avanzada ejecución del tramo final de la autovía AG-53 permitirá su apertura antes de que termine el primer trimestre del año, según señaló ayer la conselleira de Política Territorial, María José Caride, durante una visita al viaducto sobre el río Miño, en el que se están desarrollando las pruebas de carga. É unha obra pensada para o futuro de Galicia, e ten que reunir as máximas garantías e a maior durabilidade, explicó, argumentando que el criterio que ha guiado tanto el diseño del puente como su ejecución ha sido el de garantizar la mayor seguridad.
Durante su visita, María José Caride incidió en que la AG-53 es unha infraestructura moi relevante para a provincia de Ourense, en cuya ejecución se han invertido en total 190 millones de euros. La conselleira añadió que se han realizado varias modificaciones sobre el proyecto original para lograr unha maior vertebración do territorio, como el enlace completo a Maside (estaba previsto sólo un semienlace, con entrada y salida en un sentido de la circulación, no en los dos), que está en obras. Este mismo cambio se realizó en el enlace de Piñor, que entrará en servicio la próxima semana.
Caride añadió que este año comenzará también otra obra de gran importancia para Ourense: la autovía entre la ciudad y Celanova (casi 19 kilómetros), además de las variantes de población en Bande y Verea y el acondicionamiento de la carretera hasta la frontera portuguesa, proyectos que recibirán una inversión de 121 millones de euros. Estamos dando pasos adiante na mellora das nosas comunicacións, apuntó la conselleira.
Mientras, el secretario xeral de Política Territorial, Luis Vázquez, indicó que la vía contribuye al reequilibrio territorial y al desarrollo de Ourense y recordó el esfuerzo del presidente de la Xunta para liberar el peaje en el tramo autonómico. Ourense pasa a ser un lugar estratéxicamente comunicado, concluyó.
Pilares especiales
El tramo de la AG-53 que está a punto de concluir -entre Cea y la autovía A-52- es el más complejo de la conexión entre Ourense y Santiago, debido a la accidentada orografía. De hecho, el viaducto del Barbatiño es una de las obras más relevantes por su complejidad técnica en toda España. Se trata de una estructura de 780 metros de longitud que alcanza una altura máxima sobre el terreno de 80 metros. Para su construcción, al igual que en el viaducto del Miño, se conjugaron los más avanzados sistemas constructivos de la actualidad.
Mientras, el viaducto que la conselleira visitó ayer, el del Miño, tiene una longitud de 440 metros. En este caso, y con el fin de minimizar la afección al río, el proyecto impuso la condición de no construir más de dos apoyos en el cauce, por lo que se ejecutaron dos pilares especiales en forma de Y que, además, constituyen elementos singulares y potencian su valor estético.
En la prueba de carga que se desarrolla en el viaducto del Miño participan una veintena de camiones de gran tonelaje (con un peso muy superior al que tendrá que soportar durante su uso), que estarán desplazándose sobre la plataforma entre dos y tres días para comprobar que responde según lo previsto y garantizar así su máxima seguridad.
Durante su visita, María José Caride incidió en que la AG-53 es unha infraestructura moi relevante para a provincia de Ourense, en cuya ejecución se han invertido en total 190 millones de euros. La conselleira añadió que se han realizado varias modificaciones sobre el proyecto original para lograr unha maior vertebración do territorio, como el enlace completo a Maside (estaba previsto sólo un semienlace, con entrada y salida en un sentido de la circulación, no en los dos), que está en obras. Este mismo cambio se realizó en el enlace de Piñor, que entrará en servicio la próxima semana.
Caride añadió que este año comenzará también otra obra de gran importancia para Ourense: la autovía entre la ciudad y Celanova (casi 19 kilómetros), además de las variantes de población en Bande y Verea y el acondicionamiento de la carretera hasta la frontera portuguesa, proyectos que recibirán una inversión de 121 millones de euros. Estamos dando pasos adiante na mellora das nosas comunicacións, apuntó la conselleira.
Mientras, el secretario xeral de Política Territorial, Luis Vázquez, indicó que la vía contribuye al reequilibrio territorial y al desarrollo de Ourense y recordó el esfuerzo del presidente de la Xunta para liberar el peaje en el tramo autonómico. Ourense pasa a ser un lugar estratéxicamente comunicado, concluyó.
Pilares especiales
El tramo de la AG-53 que está a punto de concluir -entre Cea y la autovía A-52- es el más complejo de la conexión entre Ourense y Santiago, debido a la accidentada orografía. De hecho, el viaducto del Barbatiño es una de las obras más relevantes por su complejidad técnica en toda España. Se trata de una estructura de 780 metros de longitud que alcanza una altura máxima sobre el terreno de 80 metros. Para su construcción, al igual que en el viaducto del Miño, se conjugaron los más avanzados sistemas constructivos de la actualidad.
Mientras, el viaducto que la conselleira visitó ayer, el del Miño, tiene una longitud de 440 metros. En este caso, y con el fin de minimizar la afección al río, el proyecto impuso la condición de no construir más de dos apoyos en el cauce, por lo que se ejecutaron dos pilares especiales en forma de Y que, además, constituyen elementos singulares y potencian su valor estético.
En la prueba de carga que se desarrolla en el viaducto del Miño participan una veintena de camiones de gran tonelaje (con un peso muy superior al que tendrá que soportar durante su uso), que estarán desplazándose sobre la plataforma entre dos y tres días para comprobar que responde según lo previsto y garantizar así su máxima seguridad.
