Hasta la fecha, tres directores generales, dos tenientes de alcaldes, una nueva concejala de la oposición, una edila no electa... La Corporación es en este mandato como la canción: Unos llegan y otros se van. ¿Sigue todo igual?

Baile de sillas en el Concello

Las fotografías del último pleno del mandato, allá por el próximo mayo, ofrecerán, cual pasatiempo de periódico, varias diferencias con respecto a las que inmortalizaron el primer pleno de la era bipartita.
Porque, aunque aparentemente el gobierno municipal nunca se ha tambaleado en serio, los sillones tanto del salón de plenos como los de los despachos de los altos cargos municipales, han registrado en estos tres años seis 'bajas': tres directores generales y dos tenientes de alcalde en el gobierno, a los que hay que sumar la de la concejala del PP Eloína Núñez, que dejó la Corporación para asumir la gerencia del CHOU y fue sustituida por Noelia Pérez.

El primer 'desmarque' se produjo antes incluso de que el mandato cumpliese su primer año. En marzo de 2008, Miguel Diéguez, entonces director xeral de Recursos Humanos, área vinculada al ala socialista del gobierno, presentaba su dimisión por discrepancias con el que era concejal de Personal, Antonio Rodríguez Penín. Su sustituto, David del Río, cesaba un año después (marzo de 2009) por el mismo motivo. Aunque se habían producido dos cambios, la foto del aquel primer pleno continuaba inalterable.

Sin embargo, los movimientos en las sillas municipales no tardaron en llegar. Por un lado, y viendo los precedentes, el alcalde -que acababa de superar una crisis en su grupo con la concejala de Participación Ciudadana, María Devesa- optó por situar al frente del Personal a Carmen Rodríguez, concejala no electa que pasó a sentarse en las 'bancadas' del salón de plenos, aunque no tiene voto. Retiraba así a Antonio Rodríguez Penín de este área y lo situaba en Limpieza, competencia que asumía el también concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa. De forma paralela, en el ala nacionalista, los desencuentros internos desataron una tormenta que acabó, en abril del año pasado, con Marta Arribas solicitando el cese en el área de Termalismo, que asumió Ana Garza, concejala de Turismo. Semanas después, aquellos problemas internos desencadenaron la renuncia del teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal. Su sitio, al lado del alcalde en los plenos, pasó a ser ocupado por el edil de Infraestructuras, Andrés García Mata.

Un año después, el pasado junio, la división en el BNG quedaba patente en la asamblea local para elegir la lista candidata a las municipales, que fue la encabezada por Isabel Pérez. Sin el respaldo de sus compañeros de partido, el director xeral de Turismo, David Cortón, decidió dejar el cargo, el próximo 30 de septiembre. Apenas una semana después, el pasado viernes, García Mata anunciaba su renuncia por el 'uso político' de su imputación por los paneles.

De nuevo, la silla de teniente de alcalde será ocupada por otra persona, la tercera en este mandato, Isabel Pérez. La suya actual podría pasar a la número ocho en la lista del BNG, Iolanda Pérez, quien podría asumir también la Concejalía de Infraestructuras que deja vacante García Mata. Además, en los próximos meses se unirá posiblemente Xosé Carballido como director xeral de Turismo. A partir de ahí, cualquier cambio se producirá ya 'en capilla' de las próximas municipales.

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