El expresidente de la Diputación, José Luis Baltar, ya no figura en la página web del partido como presidente de honor del PP de Ourense porque el miércoles por la tarde pedía formalmente su suspensión temporal de militancia, con objeto de no dañar a la formación política a la que estaba afiliado y dirigió durante 22 años.
El propio PP provincial daba a conocer su petición, que fue aceptada ayer por la mañana, generando una auténtica avalancha de reacciones políticas. Su protagonista, mientras, justificó la medida en su deseo de dar ejemplo y de 'no contaminar' el partido durante el tiempo en el que se desarrolle el proceso judicial que se ha abierto contra él por un presunto delito de prevaricación continuada en la contratación de personal para la institución provincial, en los meses previos al congreso provincial de 2010 en el que cedió la presidencia del PP en favor de Manuel Baltar, su hijo. Baltar Pumar dice estar 'tranquilo' y seguro de que saldrá 'absuelto' porque sostiene que actuó correctamente. En realidad, precisó, adoptó esa decisión antes de que su partido se viese obligado a suspenderlo de militancia, pero solicitará de inmediato el alta cuando finalice el proceso.
Pleno extraordinario
Desde el PP de Ourense, el actual presidente de la Diputación y de esa formación política en la provincia, Manuel Baltar Blanco -que ha convocado para el día 18 un pleno extraordinario (a petición del PSdeG) que decidirá si la institución abre una comisión de investigación sobre las contrataciones de su padre-, cree que la decisión le 'honra', es un 'gesto responsable' que permite que, a la hora de articular su defensa, la organización pueda quedarse al margen. Eso sí, sostiene que el PSdeG -que ayer seguía barajando la posibilidad de personarse como acusación popular en el proceso- 'trata de sacar tajada de cualquier situación', cuando tuvo un alcalde, el de Ourense, que debió dimitir por la Operación Pokemon, y entonces, el PP 'no hizo leña'. De igual modo se pronunciaba en un acto público el secretario provincial del PP, Rosendo Fernández, que apeló de nuevo a la presunción de inocencia y a su confianza en la Justicia.
Tras el Consello de la Xunta, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, desveló que la petición de suspensión de militancia es el resultado de una conversación entre él mismo y el presidente provincial, junto con la 'propia decisión' del antiguo barón popular. Por eso, respeta, valora y agradece, además de considerarla 'necesaria, correcta y oportuna', la suspensión pedida por el expresidente, porque evita al partido los efectos de los problemas judiciales en los que pudiera verse inmerso. Feijóo, sin embargo, mantiene en sus responsabilidades públicas a Rogelio Martínez, el delegado de la Xunta en Ourense imputado por malversación de fondos públicos, falsedad documental y fraude de subvenciones.
También el secretario xeral del PSdeG, Pachi Vázquez, terció ayer para cuestionar el 'ejemplo' de Baltar al irse del partido: 'Lo ejemplar sería que no hubiese hecho lo que hizo'. En el BNG, el portavoz provincial, Leopoldo Rodríguez, insistía en que la marcha de Baltar no exculpa al PP de sus acciones, que fueron siempre consentidas por ese partido. Y el líder de Compromiso por Galicia, Xoán Bascuas, se desplazó a Ourense para ironizar, con Pérez Bouza, con que debió abandonar la afiliación en el PP hace años porque 'faríalle un gran favor á provincia'.
Pleno extraordinario
Desde el PP de Ourense, el actual presidente de la Diputación y de esa formación política en la provincia, Manuel Baltar Blanco -que ha convocado para el día 18 un pleno extraordinario (a petición del PSdeG) que decidirá si la institución abre una comisión de investigación sobre las contrataciones de su padre-, cree que la decisión le 'honra', es un 'gesto responsable' que permite que, a la hora de articular su defensa, la organización pueda quedarse al margen. Eso sí, sostiene que el PSdeG -que ayer seguía barajando la posibilidad de personarse como acusación popular en el proceso- 'trata de sacar tajada de cualquier situación', cuando tuvo un alcalde, el de Ourense, que debió dimitir por la Operación Pokemon, y entonces, el PP 'no hizo leña'. De igual modo se pronunciaba en un acto público el secretario provincial del PP, Rosendo Fernández, que apeló de nuevo a la presunción de inocencia y a su confianza en la Justicia.
Tras el Consello de la Xunta, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, desveló que la petición de suspensión de militancia es el resultado de una conversación entre él mismo y el presidente provincial, junto con la 'propia decisión' del antiguo barón popular. Por eso, respeta, valora y agradece, además de considerarla 'necesaria, correcta y oportuna', la suspensión pedida por el expresidente, porque evita al partido los efectos de los problemas judiciales en los que pudiera verse inmerso. Feijóo, sin embargo, mantiene en sus responsabilidades públicas a Rogelio Martínez, el delegado de la Xunta en Ourense imputado por malversación de fondos públicos, falsedad documental y fraude de subvenciones.
También el secretario xeral del PSdeG, Pachi Vázquez, terció ayer para cuestionar el 'ejemplo' de Baltar al irse del partido: 'Lo ejemplar sería que no hubiese hecho lo que hizo'. En el BNG, el portavoz provincial, Leopoldo Rodríguez, insistía en que la marcha de Baltar no exculpa al PP de sus acciones, que fueron siempre consentidas por ese partido. Y el líder de Compromiso por Galicia, Xoán Bascuas, se desplazó a Ourense para ironizar, con Pérez Bouza, con que debió abandonar la afiliación en el PP hace años porque 'faríalle un gran favor á provincia'.
