El presidente de la Diputación dice 'entender' la medida pero recuerda el derecho ciudadano a recibir 'un servizo público de calidade'

Baltar manifiesta su desacuerdo con Fomento por la supresión de trenes

Julio Gómez Pomar. (Foto: JUAN CARLOS HIDALGO)
El presidente de la Diputación, Manuel Baltar, se pronunció ayer en contra de la supresión de paradas y servicios ferroviarios en la provincia decidida por el Ministerio de Fomento y Renfe. 'Cremos que calquera cidadán, resida onde resida, ten dereito a un servizo público de calidade', manifestó Baltar, recordando que el pleno de la Diputación ya se ha pronunciado en contra de dichos recortes, en una moción apoyada por los tres grupos políticos que lo componen (PPdeG, PSdeG y BNG).
Baltar indicó que pueden entender esta medida por el difícil contexto económico actual, pero insistió en que debe quedar claro el rechazo de las instituciones ourensanas, para cuando sea posible retomar los servicios que ahora se suprimen. 'Desde Ourense non se está de acordo con esa medida', insistió.

La reorganización de servicios ferroviarios ha supuesto la reducción de servicios ferroviarios que unían Ourense con Vigo, Santiago o Monforte realizando paradas intermedias, y su sustitución por otros que no se detienen en las pequeñas localidades que aportan menos viajeros y recaudación a Renfe. Además, se prevé suprimir la línea regional Ourense-Sanabria a partir del 22 de junio (fecha anunciada a los sindicatos ferroviarios, pero aún sin confirmar por el operador ferroviario). Este tren para todavía en 11 estaciones de la provincia, de las que 10 (todas excepto A Gudiña) se quedarán sin servicio cuando se proceda a su anunciada supresión.


900.000 AFECTADOS EN ESPAÑA

Mientras, el presidente de Renfe, Julio Gómez Pomar, estimaba ayer que un 5,7 % de los pasajeros de los servicios regionales convencionales de media distancia de toda España se verán afectados por la reducción de frecuencias que está llevando a cabo la operadora pública, lo que supone unas 900.000 personas afectadas. En un desayuno informativo en la Asociación de la Prensa de Madrid, organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Gómez Pomar detalló que en la actualidad unos 30 millones de pasajeros utilizan los servicios regionales de ferrocarril (la gran mayoría los servicios convencionales y el resto los trenes Avant), en los que de momento no va haber reducciones.

La reordenación supondrá la reducción de unas 500 frecuencias, al pasar de algo más de 3.500 a algo más de 3.000, precisaron fuentes de la operadora pública. Con esta racionalización, que incluye también la supresión de tres servicios -dos en Andalucía y la que une Ourense con Puebla de Sanabria-, Renfe pretende un ahorro 'con carácter inmediato y en términos anuales de 15 millones de euros', que a medio plazo puede llegar hasta los 50 millones, añadió. Asimismo, explicó que se ha hablado con comunidades autónomas para que un autobús actué de forma sustitutiva a la línea suprimida.

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