Cuatro bañistas quedaron atrapados en el río Miño al subir el nivel del agua

Cuatro jóvenes quedaron atrapados pasadas las siete de la tarde en el río Miño, a la altura de las pozas termales de Outariz, al subir de forma repentina el caudal. Los jóvenes estaban tomado el sol y bañándose en un islote, que quedó al descubierto a media mañana al bajar el nivel del agua, debido a que la central hidroeléctrica de Velle dejó de turbinar agua y abrió ligeramente una de las compuertas para mantener el caudal ecológico exigible.
Pero con la misma rapidez que bajó el nivel del río, subió por la tarde atrapando a los bañistas en el islote. Los jóvenes se desplazaron a Outariz en compañía de familiares, que al subir la corriente estaban a salvo, disfrutando de las pozas termales.

La madre de uno de ellos alertó de la situación al Servicio de Emergencia 112, desde donde se movilizó a los voluntarios de Protección Civil ante el temor de que los bañistas atrapados fueran arrastrados por la corriente y se ahogaran; pero, al final, los efectivos de emergencia no tuvieron que intervenir dado que los jóvenes lograron salir por su propio pie y alcanzar la orilla.

Las subidas repentinas de caudal en el río Miño son frecuentes a lo largo de la jornada. La compañía Unión Fenosa, que gestiona el embalse de Velle, suele avisar poco antes de comenzar a turbinar agua o abrir las compuertas de la presa, poniendo en funcionamiento una sirena, que está instalada en las mismas compuertas del salto, pero la alarma sólo se escucha en torno a las piscinas municipales de Oira, no llega a oírse aguas abajo. La compañía también suele pasar aviso de las crecidas repentinas a los efectivos de Protección Civil para que que estén en alerta.


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