Bar Carballo es uno de los locales más veteranos de Ourense ya que sus orígenes se remontan al año 1972 de la mano de Julio Carballo. Ahora es su hijo, Julio Carballo, y la mujer de este Mari Gonzalez quienes llevan la gerencia del negocio con la ayuda de su hijo Alejandro Carballo. “Es un negocio familiar que va por la tercera generación y damos gracias a Dios de poder seguir adelante, a pesar de la pandemia”, comenta Mari González.
Bar Carballo ha hecho de los platos caseros y típicamente gallegos uno de los pilares de su éxito. Sus pinchos ya ha recibido varios premios en diversos concursos de tapas de Ourense.
Mari González está al mando de los fogones y recuerda que “en nuestro local se puede disfrutar desde una fabada asturiana hasta unos callos o un cocido. Tenemos Plato del Día. Cada día proponemos uno diferente. Es comida casera de toda la vida”.
PINCHOS
La variedad de tapas es muy extensa, “desde rixós hasta empanadillas picantes de lacón con queixo pasando por fajitas tradicionales con pollo o ternera e incluso veganas o vegetarianas, champiñones frescos al ajillo, etcétera. También tenemos ensaladilla que siempre elaboro con productos de primera calidad así como la tortilla”.
En el pasado era habitual que las 9 o 10 de la noche fuera el momento ideal para disfrutar de los pinchos en Bar Carballo aunque las restricciones han obligado a los clientes a variar sus hábitos. “La respuesta de la gente con las comidas ha sido fantástica”, comenta Mari González que añade que toman todas las medidas de seguridad anticovid para que los clientes se sientan cómodos y seguros en su local.
Todos los miembros de la familia colaboran en el negocio que ha hecho de la etiqueta comida casera una de sus señas de identidad.
