Barbadás es el único Concello que ha sido capaz de mantener un constante incremento de población. Se trata de un municipio de contrastes, donde lo urbano de A Valenzá choca con lo rural de núcleos como Loiro.
Las estadísticas avalan al Concello de Barbadás como uno de los grandes sostenes poblacionales de la provincia. Los datos del INE recogen que este municipio colindante con el de la capital es el único que ha conseguido incrementar su población anual desde 1998, algo a lo que contribuye en enorme medida su localización en el área de influencia de la ciudad.
A Valenzá es el principal polo de atracción de Barbadás, tal y como reconoce su alcalde, Xosé Carlos Valcárcel, que explica que esta circunstancia se debe, sobre todo, a su proximidad a la ciudad, "xa que cáseque se podería dicir que é unha continuación de Ourense". También apela al desarrollo del comercio local, que facilita que los residentes "poidan realizar calquera tipo de compra preto das súas casas". Además, contribuye la relevancia de las superficies comerciales que se instalaron en las inmediaciones de A Valenzá, así como el precio de la vivienda, inferior al de la ciudad.
Por tanto, no es de extrañar que la cara urbana de Barbadás registre una actividad cotidiana marcada por el considerable movimiento de personas por sus principales vías –y más aún en la avenida de Celanova–, las idas y venidas de los negocios de la zona y, por supuesto, el tráfico.
Barbadás se caracteriza por presentar un contraste marcadísimo entre lo urbano y lo rural. Parroquias y pueblos como Sobrado do Bispo, Piñor, Parada de Piñor o Barbadás están ganando población, según explica Valcárcel, mientras que la cara opuesta es "o estancamento" que afecta a Bentraces, y muy especialmente, a Loiro.
Con unas cifras de población próximas a los 250 habitantes, este último pueblo es el que más preocupa demográficamente al alcalde. "A Loiro aféctalle a maior distancia a A Valenzá e de Ourense, á beira do Concello", apunta Xosé Carlos Valcárcel, que completa este análisis detectando "un problema grave, o subministro de auga potable". El Concello todavía continúa en pleno procedimiento de municipalización de este servicio, que despertó hace meses la alarma de los vecinos al ser detectado arsénico en el agua de su depósito. "Dou por feito que ese problema incide en que a xente se instale alí", reconoce el alcalde.
Loiro se encuentra rodeado de paisajes muy vistosos, lo que ha hecho que buena parte de sus viviendas "sexan o segundo lugar de residencia de persoas doutras zonas". La disposición de más servicios básicos en los núcleos más poblados –hay cuatro farmacias en Barbadás, tres en A Valenzá y una en Barbadás pueblo– también inf luye en que la población, especialmente las familias jóvenes, "aposten po- la proximidade, malia que as dis- tancias non son moi grandes".
La estampa de Loiro choca con el frenesí de A Valenzá. Se trata de un núcleo pequeño y tranquilo, centralizado en torno a su parroquia de San Martiño y marcado por la quietud y el silencio, solo quebra-do por los vehículos que circulan por la OU-540. Reina la vivienda unifamiliar de piedra, y la actividad se concentra en locales aisla- dos como la tienda o el asador. Un garante de calidad de vida.
