Barrocás paga la seguridad de su fiesta: 15 vigilantes y vallas

Una patrulla de la Policía Local, ayer inspeccionando la finca pegada a la rúa Chano Piñeiro.
photo_camera Una patrulla de la Policía Local, ayer inspeccionando la finca pegada a la rúa Chano Piñeiro.
El regreso de la Panorama se hará en un recinto cerrado, limitado a 12.000 personas y sin botellón

Las fiestas de Novo Barrocás, que se celebran este fin de semana con la actuación estrella de la Panorama el sábado, tienen un plan de seguridad que en nada se parece al visto en la verbena de O Couto, el cual obligó a improvisar a las fuerzas de seguridad: el concierto se paró para pedir al público que dejase de entrar a un recinto totalmente colapsado, mientras los agentes cortaban las calles aledañas una hora después del inicio del show. El comisario de la Policía Nacional llegó a decir que habían avisado al Concello de que la ubicación era “totalmente inadecuada” y que aquello era “una barbaridad”. No ha pasado ni un mes y el descontrol de O Couto que el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, valoraba como “éxito total” parece que ha generado susto en el Consistorio: ayer, la Policía Local inspeccionaba la zona de la fiesta en Barrocás, especialmente una finca trasera a la ubicación de la fiesta (rúa Chano Piñeiro). También estuvieron los Bomberos de la ciudad. Protección Civil, que no fue avisada para las fiestas de O Couto, se colocará en los terrenos que hay detrás de Chano Piñeiro para colaborar con el dispositivo. También hubo operarios adecentando el césped. Con todo, gran parte de la seguridad de la verbena de Barrocás corre a cargo de la organización.

Juan Carlos Ferreiro, organizador de las fiestas de Novo Barrocás que se desarrollan del 3 al 6 de junio, dice que no quiere “pagar os pratos rotos doutro sitio”. Antes de lo ocurrido en O Couto, insistió al Concello en la necesidad de que las fiestas de su barrio se celebrasen en un recinto cerrado para evitar aglomeraciones y generar un control mayor. Obtuvo un no por respuesta, ya que “no era nadie” para cerrar una fiesta popular. Ahora, y tras el susto de O Couto, el Concello ha cambiado de idea. La verbena, gratuita todos los días, será en un recinto cerrado. Las aceras estarán cortadas para facilitar el paso de bomberos o ambulancia si fuese necesario. Habrá, al menos, un control de acceso a los espectáculos. “A rúa Chano Piñeiro estará completamente vallada, con vallas altas de tela. Non vai estar nadie nas beirarrúas, para que non haxa aglomeracións”. Tienen hasta aforo máximo: 12.000 personas. “O botellón non vai permitirse. No control de acceso, a xente terá a opción de deixar as bolsas nos contedores”, explica el organizador. 

Tendrá 15 vigiliantes de seguridad y dos ambulancias. “Pagámolas a organización”, puntualiza.

Los bares, dos horas más

En el marco de las fiestas, la Concejalía de Urbanismo aprobó un decreto para permitir que los bares de la zona de Barrocás abran hasta dos horas más de lo permitido por ley, debido a las fiestas del barrio. Es decir, los bares y cafetrías pueden abrir hasta las 4,30 el viernes, mientras que sábado y domingo se permitiría hasta las cinco de la madrugada. Y el lunes, día 6, último día de fiestas, de nuevo hasta las 4,30 como máximo.

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