Coronel de la Guardia Civil

Benedicto González: ‘No hay un crimen perfecto’

Benedicto González. (Foto: Martiño Pinal)
El jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Benedicto González, acaba de ascender a coronel. El nuevo cargo lo obliga a dejar su puesto tras seis años en Ourense.
Benedicto González nació en Cantabria, pero lleva a Ourense metido en la médula. De hecho, construyó una casa en la provincia para cuando se jubile. Desde hace seis años está al frente del timón de la Comandancia ourensana de la Guardia Civil, pero acaba de ser ascendido a coronel, lo que obliga a tener que dejar el cargo, aunque de momento se quedará, al menos un año más, en comisión de servicio. Al máximo responsable del instituto armado en la provincia le cuesta hablar de su marcha, porque como a cualquier ourensano a la hora de abandonar el ‘terruño’ le entra ‘morriña’. ‘Me gusta Ourense, me siento bien aquí y me cuesta muchísimo marchar’, asegura.

¿Qué se siente al ser coronel?

Me comunicaron el ascenso hace dos días y siento lo mismo que la semana pasada, igual que cuando era teniente coronel. El ascenso no cambia nada.

Al ser coronel no puede estar al mando de la Comandancia, ¿le cuesta irse?

Muchísimo. De momento quedaré un tiempo en comisión de servicio, pero si la plaza sale a concurso y un teniente coronel la pide, tendré que irme, aunque me cueste. Ourense me enganchó, no sé que tiene y me siento muy gusto.

¿Cómo está en la actualidad la Guardia Civil en la provincia. Tiene suficientes recursos para su trabajo diario?

Todo es mejorable, pero en la actualidad estamos bien. Se realizó una importante labor en infraestructuras y conseguimos dignificar nuestras dependencias. Ahora todos los cuarteles tiene más espacio, luminosidad y son más cómodos para trabajar. La Guardia Civil no se merece menos y me siento satisfecho aunque nunca se trabaja mucho, porque siempre se necesitan cosas.

¿Qué queda por hacer?

Todas las necesidades de la Guardia Civil, tanto medios materiales como recursos humanos, fueron recogidas hace unos cinco años en un plan que se denominó 405. Ese proyecto se le planteó a mis superiores y se está ejecutando y ya podemos decir que no hay un sólo cuartel, incluida la Comandancia, en el que no se realizarán obras. Hicimos el plan porque los agentes ya ni tenían calefacción en invierno.

¿Están aumentando los robos?

No. No nos podemos fiar de las estadísticas y las comparaciones con otras provincias. En el 2008, sólo tuvimos cinco asaltos con fuerza a viviendas. Los índices de delincuencia en Ourense no son para inquietar. Somos una provincia muy visitada por delincuentes de otras, lo que dificulta la investigación, pero desde la Comandancia se está trabajando para esclarecer todos los delitos, ofrecer seguridad a la sociedad.

¿Es alto el número de delitos esclarecidos?

Bastante. Estamos trabajando mucho y tenemos un servicio de información que está reconocido a nivel autonómico.

¿Le queda por resolver el asesinato de la joven de Viana?

Sí, aunque soy de los que creo que no hay crimen perfecto. Se continúa con la investigación y el esfuerzo tengo por seguro que dará resultado. Hubo un asesino y ahora se trata de buscar pruebas para detenerlo.

¿Qué preocupa en la actualidad en la Comandancia?

Tenemos un plan de seguridad que es el patrón de todos los servicios. Nos preocupa la violencia de género, que aumentó, y todas las cuestiones derivadas del independentismo radical. También nos preocupa la inseguridad ciudadana y el tráfico de drogas, pero hay que decir que, si no fuera por los delincuentes que se trasladan de fuera, en la provincia siempre estaríamos deteniendo a las mismas personas. La delincuencia es de baja intensidad.


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