EN OBRAS

La Biblioteca de San Francisco estará finalizada este verano

Imagen del edifico de la Biblioteca en San Francisco, con material de obra en el bajo (MIGUEL ÁNGEL)
photo_camera Imagen del edifico de la Biblioteca en San Francisco, con material de obra en el bajo (MIGUEL ÁNGEL)

Responsables de la obra indican que los trabajos iniciados en octubre siguen según lo previsto.

Las obras para la finalización del complejo cultural de San Francisco se centran desde su inicio -a mediados del pasado octubre- en el edificio de la Biblioteca. Las previsiones con las que se trabajan apuntan a que la intervención en este inmueble, el único de nueva planta del complejo aunque ya muy avanzado antes de la paralización de las obras, finalizará en verano. Así lo aseguran responsables de los trabajos que, no obstante, no precisan aún si el edificio estará operativo ya desde ese momento.

La Biblioteca estaba construida al 70% cuando fueron paralizados los trabajos, en 2004. Las obras se centran no sólo en la finalización del edificio sino en la corrección de algunas deficiencias detectadas con posterioridad. Así, el proyecto redactado por los arquitectos Xosé Manuel Casabella y José Luis Martínez Raído contempla instalar una malla de acero en la fachada acristalada para hacer compatible el uso del inmueble con las altas temperaturas a las que estará expuesto en verano debido a su orientación.

Una vez terminada la Biblioteca, previsiblemente en verano, tal y como se esperaba, la obra se centrará en el depósito del Archivo Histórico -el antiguo comedor del cuartel- y en la recuperación del edificio histórico, que albergará las oficinas del Archivo. El plazo de ejecución de la obra finaliza en 2016. y, según fuentes próximas a la misma, evolucionan según lo previsto.



Claustro abierto

La finalización de las obras de San Francisco tendrá un coste total para el Ministerio de Cultura de 13,3 millones de euros. Hasta el momento, lo único que está disponible para visitas es el claustro gótico, después de unos trabajos que consistieron en construir unos accesos propios para este espacio, bien de interés cultural. El Concello se hizo cargo de la gestión del claustro y es el que controla las visitas y los horarios de apertura del mismo, recuperando así un lugar cuya conservación preocupó durante años a los ourensanos. 

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