Como en el mito de Saturno devorando a sus hijos, el BNG ha sacrificado uno a uno a todos los concejales que iniciaron la aventura de formar gobierno en la ciudad

El BNG revive el mito de Saturno

La verdad es que la salida de las concejalas Isabel Pérez y Marta Arribas, no ya sólo del gobierno municipal sino de la propia corporación, da carpetazo a la trayectoria de todo un grupo municipal nacionalista, formado en 2007 por seis concejales -Alexandre Sánchez Vidal, Andrés García Mata, Ana Garza y Fernando Varela, además de ellas- de los que ya no queda ninguno, cinco años y cuatro meses después.
Pero también cierra una etapa de poder en la que el BNG tuvo ocasión, la única vez tras décadas de travesía por el desierto de la oposición, de poner en práctica el modelo de gestión política que durante tantos años había pregonado tantos años desde los escaños de la oposición.

El BNG, que ya prescindió en su día de Sánchez Vidal, García Mata y Garza, ha vuelto a intervenir ahora para poner tierra de por medio, sacrificar a las ediles 'quemadas' por cinco años de gobierno desigual y refundar con caras completamente nuevas su política municipal, lejos del acomodo en un gobierno local cuyo socio, el PSOE, ya se lo había 'comido' en 2011, dejándolo con la mitad de aquellos seis concejales de cuatro años antes.

No ha permitido que en esta nueva travesía quede alguno de aquellos seis que experimentaron el gobierno local en 2007 de la mano del entonces portavoz y teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal. El caso de los paneles -ahora en espera de sentencia- se lo llevó por delante sólo dos años después , a él pero también a uno de sus concejales más cercanos, Andrés García Mata. En realidad, este asunto no hizo más que precipitar la salida forzada porque ser titular de una alcaldía 'paralela', la Tenencia, nunca fue entendido por los ciudadanos y las diferencias dentro de su propio grupo político auguraban una candidatura de 2011 sin ellos y también sin Ana Garza.

Sobrevivieron entonces Pérez, Arribas y Varela; pero este último cayó hace un mes con la Operación Pokemon y ayer se conocía la renuncia de ellas. La sucesión llegará de manos de Xosé Somoza, con una muy limitada experiencia municipal, y de Susana García, que carece por completo de ella, y de un tercero aún por decidir. Todo un reto para tiempos difíciles.

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