El Parque de Bomberos afronta una situación difícil después del positivo en coronavirus de uno de los efectivos. Sus compañeros de turno permanecen en cuarentena desde ayer, tras la orden de la Concejalía de Seguridad, lo que eleva a nueve el número de agentes afectados.
Desde el gobierno local se les indicó que "no se realizarán" pruebas diagnósticas de COVID-19, pese a compartir espacio con el contagiado. "Nos han dicho que cada uno hable con su médico de cabecera y, si ellos lo consideran necesario, nos hagamos las pruebas", aseguran los trabajadores, que tendrán que permanecer en sus domicilios durante al menos quince días.
Noa Presas, miembro de la ejecutiva nacional del BNG, reclamó ayer a la Xunta de Galicia la importancia de realizar las pruebas a todo el personal del parque: "É posible que haxa positivos sen síntomas e que se poñan en perigo a garantía dun servizo esencial". La baja de los ocho compañeros supone, además, repartir la misma carga de trabajo entre una plantilla ya de por sí mermada –los bomberos reclaman desde hace varios años la contratación de más agentes, así como la renovación del material del parque–.
