Humberto Michinel es catedrático de la Universidade de Vigo y dirige en el Campus de Ourense el grupo de investigación Óptica Física. Es el único español en la nueva junta directiva de la European Optical Society
Humberto Michinel es catedrático de la Universidade de Vigo y dirige en el Campus de Ourense el grupo de investigación Óptica Física. En 2011, lo nombraron vicepresidente de la Comisión Internacional de Óptica, un cargo al que se le suma ahora el de ser el único español en la nueva junta directiva de la European Optical Society, entidad formada por las sociedades de óptica de los distintos países europeos que tiene como misión expandir todo lo relacionado con las tecnologías de la luz y colaborar en el diseño de políticas de I+D a nivel de Europa.
Ser el único español en el equipo...
Es un honor. Al igual que en 2014 me reeligieran como vicepresidente de la Comisión Internacional de Óptica. Esto demuestra que, incluso, en un campus como el de Ourense se puede tener una trayectoria investigadora válida a nivel internacional. Lo que intento hacer en estos foros es que la fotónica española esté dignamente representada y promover todo tipo de actividades como el Año Internacional de la Luz, celebrado en 2015. En el próximo mes de julio, se celebrará aquí también el Congreso nacional del color.
Usted está detrás de Iluminia, la primera empresa de base tecnológica del Campus de Ourense que diseña bombillas led “ínteligentes".¿Qué balance hace de este año de vida?
Nos hemos dedicado, sobre todo, a hacer pruebas de campo y test de los productos. Por ejemplo, el propio Campus está iluminado con tecnología LED. Ahora estamos abordando la fase de homologaciones. La legislación es bastante tediosa sobre todo cuando piensas en exportar al extranjero. Estamos pendientes de la homologación en Colombia, Chile y Ecuador para poder comercializar allí nuestro producto ya que es un mercado que está más por desarrollar que en España, donde hay más competencia.
¿Cuál es la ventaja de la tecnología LED frente a la iluminación convencional?
El producto principal de una bombilla convencional es el calor y la energía que vemos como luz es menos del 5%. Esto significa que se está tirando mucha energía cuando el objeto de la bombilla no es calentar sino dar luz. Sin embargo, en la tecnología LED es al revés. En este mercado, se trabaja con el tiempo de retorno de la inversión. Para hacernos una idea, en Ourense por la cantidad de población que hay, debe haber unas 20.000 luminarias. Cada una le costaría al Concello en consumo unos 100 euros al año; es decir, Ourense se debe de gastar dos millones de euros al año en iluminar las calles con la tecnología tradicional y se ahorraría del orden de un millón de euros anuales en ese cambio. Estamos hablando de que en tres años se habría compensado la inversión inicial. En cualquier caso, son cálculos muy aproximados porque lo primero que habría que hacer sería una auditoría lumínica.
¿Maneja algún índice de empleabilidad del máster que coordina -Fotónica y tecnologías del láser-?
Era del 100%. Actualmente, el máster interuniversitario, que se imparte en los campus de Ourense, Vigo, Coruña y Ferrol, está en proceso de verificación debido a que la USC decidió no seguir participando en el mismo. Será la Acsug (Axencia para a Calidade do Sistema Universitario de Galicia) la que decidirá sobre la oferta. En cualquier caso, las tecnologías relacionadas con la luz son una salida laboral sobre todo ahora con la llegada de Ingeniería Aeroespacial. Las aplicaciones van desde las propias células solares de los satélites hasta la comunicación por láser entre satélites en el espacio,
Cambiando de asunto. La materia oscura sigue siendo uno de los temas más candentes de la ciencia actual...
Desconocemos el 95% de lo que es el universo. Tenemos evidencias indirectas que vienen de observaciones astronómicas que nos indican cómo se mueven, por ejemplo, objetos lejanos como las galaxias. Para explicar su movimiento, les aplicamos normalmente la ley de gravitación de Newton o las leyes de Einstein, pero desde hace años los astrofísicos se han dado cuenta de que hay anomalías; es decir, no se mueven como en principio deberían y la manera de explicar eso es que debe existir algo que les hace moverse de una forma diferente. Es algo que trae de cabeza a los astrónomos desde hace años. Nosotros hemos l legado a una teoría que parece explicar satisfactoriamente esos movimientos. Curiosamente, desde el punto de vista matemático, esta teoría tiene la misma forma que la que describe cómo se comporta la luz láser en ciertos materiales. Por tanto, podemos utilizar todo nuestro conocimiento sobre la luz láser para describir la materia oscura. Es uno de los trabajos sobre el que más orgullo me siento.
¿En qué otras ramas están investigando?
Nuestro último trabajo es sobre eficiencia energética en edificios. Lo que hacemos son modelos matemáticos que permiten pronosticar tendencias dentro de los consumos. Se calcula que el 40% de la energía que se consume en el mundo tiene que ver con los edificios. Por lo tanto, diagnosticar correctamente los consumos en los edificios y predecirlos puede conllevar a enormes ahorros. Esto es lo que se llama eficiencia energética; es decir, sin perder calidad de vida, cómo podemos consumir mucho menos. Para esto es importante tener sensores que nos informen de cómo se están produciendo los consumos y que enviarán esos datos a una plataforma central, que en nuestro caso fue Equs, desarrollada por la Universidade de A Coruña. No obstante, soy más fan de las teorías profundas. Uno de los últimos trabajos de los que me siento más orgulloso es una teoría sobre la materia oscura.
¿Cómo afectaron a su grupo los recortes en investigación?
La crisis nos golpeó bastante. En tres años, hemos estado en mínimos de financiación. Pasamos de tener un presupuesto de 200.000 euros a 20.000. Tuvimos que adaptarnos y, en definitiva, hacer más con menos. En cualquier caso, creo que somos un grupo bastante eficiente y esto lo demuestra el hecho de publicar en las mejores revistas (Physical Review Letters, Applied Energy)con bastantes pocos medios si nos comparamos con grupos similares, por ejemplo, el de la Universidad de Santiago.
