El PP urge una ordenanza reguladora del consumo de alcohol en la calle

El botellón volverá al debate político municipal

Un policía local identifica a participantes en un botellón. (Foto: MIGUEL ANGEL)
El problema del botellón en la ciudad ha sido asunto destacado por el Valedor do Pobo en su última memoria de gestión, a raíz -como reconoce expresamente esta institución- de las informaciones publicadas por La Región, debido al problema de ruidos y suciedad que provocan periódicamente en entornos como el de la Alameda y Praza de Abastos, o por la presencia de menores en las fiestas, como explica el propio Valedor.
Después de que la institución explicase en su Memoria de 2012 su preocupación por el consumo de alcohol de los jóvenes en la calle y recomendase de oficio al gobierno municipal la asunción de medidas para evitarlo, el PP municipal se ha vuelto a interesar por la cuestión y, 'despois de analizar en profundidade as recomendacións', preguntará al gobierno local socialista en el pleno de mañana, viernes, por la ordenanza reguladora del consumo de alcohol en la calle.

La viceportavoz, Belén Iglesias, quiere saber cuándo el Concello de Ourense seguirá los pasos de otros de Galicia y pondrá en marcha una norma reguladora que, por cierto, también ha solicitado la Subdelegación del Gobierno en algunas de las reuniones desarrolladas con el gobierno local dentro de las juntas de seguridad.

Belén Iglesias argumenta que el botellón es una práctiva social que afecta a la salud de los más jóvenes, a numerosos vecinos y, además, al mobiliario urbano. De hecho, recuerda que no es la primera vez que el grupo municipal se hace eco de esta 'problemática social', defiendo ya en 2011 dos mociones al respecto: el 29 de julio de aquel año solicitó la puesta en marcha de mecanismos para regular el botellón y el impulso a un debate abierto y participativo sobre esta práctica, mientras -dice- el equipo de gobierno desvió la atención cambiando el sentido de la propuesta con una enmienda; el 4 de noviembre de ese mismo año requirió ya la redacción de una ordenanza específica que regule el botellón, lo que fue descartado por el gobierno municipal del PSOE.

Por ello, la edil popular se lamenta de que a pesar de que constituye un problema social, de convivencia vecinal, de salud e incluso patrimonial, el Concello mira 'cara outro lado', sin que ni siquiera las recomendaciones del Valedor do Pobo le hagan rectificar.

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