El botellón volvió a la ciudad con el inicio del fin de semana y parece que cualquier plaza o parque son el lugar perfecto para bebersin control y sin que las autoridades con competencias en la materia -Subdelegación del Gobierno, Xunta y Concello-, lo impidan aplicando la legislación.
La Policía Local contabilizó hasta cinco botellones durante la madrugada del sábado en el casco urbano de la ciudad. El que concentra mayor número de jóvenes es el de la Alameda, que alcanza su apogeo a las cuatro de la madrugada, según los datos que manejan los agentes.
Los otros cuatro botellones se registraron en el Parque Barbaña, estación de San Francisco y los parques de San Lázaro y Miño.
En estos últimos no se registraron incidentes, pero en el de Alameda, dos jóvenes fueron asistidos por personal de emergencias alsentirse mal por la ingesta de alcohol, siendo trasladados a un centro médico, según la Policía Local.
El botellón de la Alameda comenzó a la medianoche con la llegada de varios jóvenes portando bolsas llenas de bebidas alcohólicas. A esa hora, los agentes locales (dos patrullas) ya habían acordonado parte del espacio de recreo con el objetivo de que los jóvenes sólo ocuparan el pasillo central y, así, evitar daños en el mobiliario de parque infantil, estación de control del aire, palco de música y los espacios ajardinados.
IDENTIFICADOS
Pero el cordón policial no fue respetado, dado que un grupo de participantes (seis) lo saltó con la intención de orinar entre los arbustos que crecen en la zona. Los agentes fueron tras ellos y, tras identificarlos, los obligaron, entre abucheos de los presentes, a regresar al pasillo central.
La concentración finalizó pasadas las siete de la madrugada, quedando el espacio de recreo lleno de vasos y botellas de cristal y plástico, además bolsas, cartones y papeles esparcidos por el suelo.
Los otros cuatro botellones se registraron en el Parque Barbaña, estación de San Francisco y los parques de San Lázaro y Miño.
En estos últimos no se registraron incidentes, pero en el de Alameda, dos jóvenes fueron asistidos por personal de emergencias alsentirse mal por la ingesta de alcohol, siendo trasladados a un centro médico, según la Policía Local.
El botellón de la Alameda comenzó a la medianoche con la llegada de varios jóvenes portando bolsas llenas de bebidas alcohólicas. A esa hora, los agentes locales (dos patrullas) ya habían acordonado parte del espacio de recreo con el objetivo de que los jóvenes sólo ocuparan el pasillo central y, así, evitar daños en el mobiliario de parque infantil, estación de control del aire, palco de música y los espacios ajardinados.
IDENTIFICADOS
Pero el cordón policial no fue respetado, dado que un grupo de participantes (seis) lo saltó con la intención de orinar entre los arbustos que crecen en la zona. Los agentes fueron tras ellos y, tras identificarlos, los obligaron, entre abucheos de los presentes, a regresar al pasillo central.
La concentración finalizó pasadas las siete de la madrugada, quedando el espacio de recreo lleno de vasos y botellas de cristal y plástico, además bolsas, cartones y papeles esparcidos por el suelo.
