La zona termal de la ciudad, en el entorno del Miño contará antes de que finalice el año con una fuente de agua mineromedicinal para su uso como bebida. La denominada 'bouvette', que construye la empresa pública Tragsa, ya se alza en las inmediaciones del campo de la feria, en una zona ajardinada que supondrá el acondicionamiento de casi 5.000 metros cuadrados.
La fuente, que estará cubierta, tendrá cinco caños por los que saldrá agua a distinta temperatura. Para el área de Turismo, con este elemento la ciudad se homologa a otras ciudades europeas que son referentes de termalismo y que también tienen fuente de consumo de agua, como Evian. En su entorno se instalarán paneles informativos referentes a las características de estas aguas, de forma que los usuarios puedan beneficiarse de sus propiedades mineromedicinales.
La fuente se está construyendo en el terreno que en su día ocupaban las naves de Ortiz, en el paseo do Tinteiro, que fueron adquiridas por el Concello para convertir esas parcelas en zona verde y de ocio vinculada al termalismo. El diseño del proyecto está pensado como una intervención de vanguardia en consonancia con el vecino campo de la feria, instalaciones estas últimas que no estuvieron exentas de polémica en su momento. El espacio verde conectará el paseo fluvial y el de O Tinteiro a través de dos plataformas que actuarán respectivamente como mirador sobre el Miño y fuente termal.
Tanto el derribo de las naves como estas obras son financiadas con cargo al Plan de Dinamización Turística, de ahí que se ocupe Turismo -área del BNG- en lugar de Termalismo, departamento en manos de los socialistas. El coste de esta iniciativa supera los 400.000 euros.
La fuente se está construyendo en el terreno que en su día ocupaban las naves de Ortiz, en el paseo do Tinteiro, que fueron adquiridas por el Concello para convertir esas parcelas en zona verde y de ocio vinculada al termalismo. El diseño del proyecto está pensado como una intervención de vanguardia en consonancia con el vecino campo de la feria, instalaciones estas últimas que no estuvieron exentas de polémica en su momento. El espacio verde conectará el paseo fluvial y el de O Tinteiro a través de dos plataformas que actuarán respectivamente como mirador sobre el Miño y fuente termal.
Tanto el derribo de las naves como estas obras son financiadas con cargo al Plan de Dinamización Turística, de ahí que se ocupe Turismo -área del BNG- en lugar de Termalismo, departamento en manos de los socialistas. El coste de esta iniciativa supera los 400.000 euros.
