En cuatro ocasiones han entrado los ladrones en el campo de fútbol de Cenlle en los últimos tres años y siempre se han llevado los refrescos del puesto de bebidas, excepto el Kas de limón, para sorpresa del club.

Los cacos pasan del Kas limón

José Manuel Rodríguez Lamas muestra las latas de Kas limón que se libraron del robo. (Foto: JOSÉ PAZ)
A los cacos no les gusta el Kas de limón. Han entrado en cuatro ocasiones en el puesto de bebidas del campo de fútbol de Cenlle durante los últimos tres años y siempre se han llevado todos los refrescos que había, excepto los de limón. Esa circunstancia es para el presidente del Club Deportivo Cenlle, José Manuel Rodríguez Lamas, además de sorprendente, una prueba más que suficiente de que se trata de los mismos autores.
En esta ocasión, los intrusos han causado más daños de los necesarios porque doblaron la persiana metálica del mostrador para sacar al exterior uno a uno los refrescos que se llevaron en un capacho. 'As outras veces conseguiron desencaixar a persiana desde fora e meter a man para abrir os pestillos e sin doblala, pero esta vez deixárona inservible', indicaba el presidente. Por ese motivo, entre lo sustraído y los daños materiales valora las pérdidas en 450 euros aproximadamente, según ha quedado reflejado en la denuncia.

Ésta fue presentada ayer en el cuartel de la Guardia Civil de Ribadavia y los indicios apuntan a que el robo se produjo durante la noche del pasado jueves. Aunque ya han entrado en cuatro ocasiones, es la primera vez que se pone en conocimiento de la Guardia Civil, porque 'vale que sexan uns gamberros, pero xa está ben, si ata fixeron un lume e estiveron comendo pipas como si nada', indicaba José Manuel Rodríguez. Los restos estaban a la vista en la entrada principal de estas instalaciones deportivas, además de dejar todo revuelto en el interior del puesto de venta. Así que, con el fin de que no se repita la situación, el presidente también ha decidido colocar bien a la vista copias de la denuncia por todo el pueblo, para que se enteren los cacos de que el club no está dispuesto a permitir más intrusismos. Sin embargo, las dificultades para evitarlo resultan evidentes porque la mayor parte del perímetro del campo de fútbol está sin cierre, por cuyo motivo el acceso al interior no supone ningún problema para los ladrones.

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