A Veiga sufre las consecuencias de un fuerte envejecimiento derivado de la intensa emigración

‘Cada ano falecen entre 60 e 70 persoas’

Con 10 bebés nacidos en los últimos dos años, gracias a puntuales casos de familias jóvenes que llegaron al concello, A Veiga ha superado los nacimientos de la década anterior pero, aun así, no logra paliar la pérdida de habitantes: ‘Cada ano falecen entre 60 e 70 persoas’, lamenta el alcalde, aunque defiende la ‘extraordinaria calidad de vida’ en la zona. Esta situación se repite en gran parte de la provincia, donde la excepción son casos como el de Allariz, uno de los municipios que más crece.
En A Veiga nacieron 10 niños en los últimos dos años, todo un ‘bum’ en el municipio, pues la cifra supera a la de la década anterior, cuando lo normal era que naciera un niño o ninguno. El repunte se atribuye principalmente a la llegada de varias familias jóvenes de fuera del municipio (algunas con antepasados en la zona, aunque otras sin vinculación) que dejaron la ciudad para establecerse allí. Pero, tal y como reconoce el alcalde, Fernando Fernández, eso no es suficiente para paliar la pérdida de población: ‘Cada ano falecen entre 60 ou 70 persoas’, lamenta.

El regidor recibió con preocupación la noticia de que su municipio es el que más vecinos ha perdido porcentualmente. ‘A ningún alcalde lle gusta ver que baixa a poboación’, sostiene, argumentando que es consecuencia del gran envejecimiento: la edad media que supera los 60 años. Fernández recuerda que el concello, que ahora cuenta con poco más de mil habitantes, tenía casi 7.000 hace unas décadas, pero la emigración provocó una ‘desbandada’ en los años 50 y 60. Algunos de esos emigrantes regresan ahora al pueblo y rehabilitan las casas de sus padres y abuelos, en las que pasan varios meses al año. Pero la mayoría de los que retornan, al igual que los ya residentes, son jubilados o prejubilados, no jóvenes que puedan trabajar y tener familia.

Combatir la tendencia es ‘complicado’, según manifiesta Fernández. El alcalde reconoce que las industrias que puedan crear un importante volumen de empleo no se interesan por la zona. El trabajo allí se reduce a construcción, ganadería y actividades agrícolas o forestales, aunque también hay un repunte en atención a mayores, en la que estiman que se podrán crear algunos empleos en los próximos años, o el turismo rural. Pero los jóvenes prefieren ir a ciudades antes que quedarse, ‘aínda que lles digamos que aquí poden vivir mellor que en Bilbao ou Barcelona’, señala Fernández, quien defiende la calidad de vida del municipio -’É extraordinaria’- y el menor coste -’Unha familia pode vivir ben con 700 ou 800 euros’-. El regidor apunta que están intentado poner en valor el municipio y hacerlo más atractivo para que acuda más gente, que estarían encantados de acoger: ‘É un espazo privilexiado, pero ten que gustar’, concluye.

Te puede interesar