Uno de cada tres concellos mejora su saldo vegetativo

Varios niños pasean con sus padres.
photo_camera Varios niños pasean con sus padres. (FOTO: XESÚS FARIÑAS)
Más de 30 municipios reducen la diferencia negativa entre nacimientos y defunciones respecto a 2019

El Instituto Galego de Estadística (IGE) publicó este viernes el informe sobre los movimientos naturales de población en 2020, que, a pesar de que recoge la mayor pérdida de población en la provincia, muestra también que uno de cada tres concellos ourensanos obtuvo un mejor saldo vegetativo en comparación con 2019. El saldo vegetativo es la diferencia entre los nacimientos y las defunciones y, aunque no hay ninguno en positivo en Ourense, sí hay 34 que mejoran sus registros.

El que más palió este indicador poblacional fue Verín, que registró en 2020 un total de 85 defunciones más que nacimientos, una diferencia inferior a la registrada el año anterior (121). Otros concellos destacados son A Peroxa, Riós, Coles, Rairiz de Veiga o A Bola, que mejoraron este registro en más de 10 personas.

Además, cuatro de las doce comarcas mejoran sus datos en la ratio nacimientos/defunciones: Baixa Limia, Terra de Celanova, Terra de Trives y Verín. Esta última es además la que mejores datos absolutos presenta -perdió 63 personas menos que en 2019- y seis de sus ocho concellos reducen la diferencia negativa entre nacimientos y defunciones.

Los más despoblados

Hay algún caso peculiar entre los que resisten la caída, como son los de San Xoán de Río, Montederramo, Punxín o Chandrexa de Queixa, que son de los concellos más despoblados de toda la provincia. San Xoán de Río mejoró su ratio en cinco personas, Montederramo en nueve, Punxín en tres y Chandrexa mantuvo las mismas cifras que en 2019: tuvo un saldo de -10.

Las bodas se desploman

El informe del IGE muestra otro dato dramático además del saldo vegetativo: las bodas. Los enlaces matrimoniales se desplomaron un 43% en la provincia respecto a 2019. Este número está claramente marcado por la pandemia del covid, que además de impedir que se celebrasen durante varios meses, también hace que los novios esperen a que la situación sanitaria y económica repunte.

Especialmente llamativa es la caída en la ciudad, que pasó de 368 enlaces en 2019 a solamente 191, un desplome de practicamente un 50%. Otro caso representativo de este bajón es el concello de Ribadavia, en el que las bodas caen un 66% y pasan de 32 a 11. Solamente los concellos más pequeños se mantienen estables o incrementan el número de enlaces, pero se quedan en torno a las 2 bodas de media.

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