Con la primavera en pleno ecuador, las personas con alergia respiratoria estacional ya están en guardia. La práctica totalidad de los ourensanos que sólo presentan síntomas en primavera, un 90 por ciento, tiene en el polen de las gramíneas (pastos, trigo, cebada, centeno...) su principal caballo de batalla.
El sistema inmunológico del otro 10 ciento se resiente cuando entra en contacto con el polen de los árboles, principalmente con el que desprende el abedul y el plátano de jardín, según precisa Carlos González de la Cuesta, el jefe de la sección de Alergología del Complexo Hospitalario, la única en toda la provincia.
La incidencia de las alergia respiratoria no es baladí si se echa mano de los estudios epidemiológicos. Una de cada cuatro personas podrían desarrollar alguna alergia respiratoria a lo largo de su vida, en total, unas 83.800 personas. En Ourense, los pólenes y ácaros se reparten a la mitad la incidencia debido a las condiciones atmosféricas. Estos porcentajes sí van parejos a la situación geográfica en la que se encuentre el paciente. En provincias costeras como Pontevedra o A Coruña, por ejemplo, el 70% presenta reacciones a los ácaros y el restante 30% a los pólenes.
Las condiciones climáticas y la humedad favorecen una mayor o menor proliferación de ácaros o pólenes; en zonas costeras llueve más y hay un hábitat más favorable para los ácaros, lo que también redunda en que la atmósfera esté más limpia de pólenes, explica De la Cuesta. Y ello tiene una fácil comprobación: Nuestros pacientes cuando van a la playa se sienten mejor.
Pero en el ambiente de estos días, además de pólenes, también flota una pregunta: ¿Cómo será este año la primavera para los alérgicos? Aunque hay una especie de regla nemotécnica que relaciona una mayor pluviosidad pre-estacional (octubre-marzo) con la virulencia de la polinización de las gramíneas, en la provincia no se cumple. En la zona centro de España el clima es más estable, con lo cual es más fácil hacer un pronóstico, pero nuestro clima es bastante variable y dependemos de las lluvias de la estación, explica Carlos González.
Pero dentro de la geografía provincial, hay diferencias. Estamos atendiendo a muchos jóvenes de la comarca de Valdeorras, en donde la humedad es menor y las repercusiones de las gramíneas se dejan sentir más, asegura De la Cuesta.
Crece el número
El Servicio de Alergología del CHOU atiende a una media de 2.000 nuevos pacientes todos los años, además de 3.000 revisiones (segundas consultas). Porque aquí, como en el resto del llamado mundo occidental, el número de afectados va a más y, cada vez, a edades más tempranas.
De todas formas, los alergólogos aseguran que hoy en día hay tratamientos y medidas preventivas que permiten normalizar la vida del paciente, sobre todo a raíz de los grandes logros obtenidos con vacunas, que ya se presentan en gotas y pastillas (una novedad desde el pasado año).
La incidencia de las alergia respiratoria no es baladí si se echa mano de los estudios epidemiológicos. Una de cada cuatro personas podrían desarrollar alguna alergia respiratoria a lo largo de su vida, en total, unas 83.800 personas. En Ourense, los pólenes y ácaros se reparten a la mitad la incidencia debido a las condiciones atmosféricas. Estos porcentajes sí van parejos a la situación geográfica en la que se encuentre el paciente. En provincias costeras como Pontevedra o A Coruña, por ejemplo, el 70% presenta reacciones a los ácaros y el restante 30% a los pólenes.
Las condiciones climáticas y la humedad favorecen una mayor o menor proliferación de ácaros o pólenes; en zonas costeras llueve más y hay un hábitat más favorable para los ácaros, lo que también redunda en que la atmósfera esté más limpia de pólenes, explica De la Cuesta. Y ello tiene una fácil comprobación: Nuestros pacientes cuando van a la playa se sienten mejor.
Pero en el ambiente de estos días, además de pólenes, también flota una pregunta: ¿Cómo será este año la primavera para los alérgicos? Aunque hay una especie de regla nemotécnica que relaciona una mayor pluviosidad pre-estacional (octubre-marzo) con la virulencia de la polinización de las gramíneas, en la provincia no se cumple. En la zona centro de España el clima es más estable, con lo cual es más fácil hacer un pronóstico, pero nuestro clima es bastante variable y dependemos de las lluvias de la estación, explica Carlos González.
Pero dentro de la geografía provincial, hay diferencias. Estamos atendiendo a muchos jóvenes de la comarca de Valdeorras, en donde la humedad es menor y las repercusiones de las gramíneas se dejan sentir más, asegura De la Cuesta.
Crece el número
El Servicio de Alergología del CHOU atiende a una media de 2.000 nuevos pacientes todos los años, además de 3.000 revisiones (segundas consultas). Porque aquí, como en el resto del llamado mundo occidental, el número de afectados va a más y, cada vez, a edades más tempranas.
De todas formas, los alergólogos aseguran que hoy en día hay tratamientos y medidas preventivas que permiten normalizar la vida del paciente, sobre todo a raíz de los grandes logros obtenidos con vacunas, que ya se presentan en gotas y pastillas (una novedad desde el pasado año).
