La crisis del covid-19 impone su lógica: si no hay producción no hay mercado. El interno sufrió un desplome y el externo, tantas veces refugio para las empresas ourensanas durante la crisis del 2008, también se ha venido abajo en mayo, pese a que algunas actividades industriales retomaron la fabricación a mediados de ese mes.
Durante el quinto mes del año se exportaron productos por valor de 40,8 millones de euros. Para encontrarse con cifras similares en cualquier otro mes de mayo hay que remontarse a comienzos de la década de los 2000.
La caída en relación al mismo mes del año anterior fue del 54,4%, el tercer peor registro español después de A Coruña y Palencia, con un 60,9% y un 54,7%, respectivamente. La brusca caída del negocio internacional supuso también que el acumulado desde principios de año se perpetúe en negativo, ahuyentando cualquier hipótesis de que se lleguen a las cifras de los últimos ejercicios, por encima de los 800 millones de euros.
Entre los cinco primeros meses de este año se vendieron fuera 282,7 millones de euros, lo que supone un descenso del 27,9% en relación a los mismos datos del ejercicio pasado. La caída fue superior a la media gallega (24,5%) y a la española (17,2%), pero no cabe imputar los datos a una repentina pérdida de competitividad empresarial ourensana, sino al cierre de casi todos los mercados como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Productos y mercados
La caída de las exportaciones se generalizó en todos los productos, pero se mantiene la pizarra como punta de lanza de la internacionalización provincial. Los datos oficiales hablan de unas ventas de 14,4 millones de euros de este producto. En la segunda posición se sitúa la maquinaria y aparejos, material eléctrico o tecnología, con 5,8 millones de euros exportados. Luego aparecen los 4,6 millones de euros del epígrafe de animales vivos y productos del reino animal. Le siguen productos como el material de transporte o productos de la madera y sus derivados.
El descenso de las ventas no ha impedido el mantenimiento de la fidelidad de los mercados, aunque con cantidades menores. Francia se ha convertido en el mejor cliente ourensano, con unas compras a empresas de la provincia por valor de 10,8 millones de euros. A continuación se sitúa Portugal, con 9,7 millones, mientras que la tercera posición la ocupa el Reino Unido, con 4,3 millones de euros.
