La Diagonal, hoy Juan XXIII, fue la última calle de la zona centro en abrirse
En los siete años que va a cumplir Ourensenotempo, fotos como la que os muestro hoy son las que generan más dudas. Es tal la cantidad de elementos inexistentes que complican el reconocimiento del lugar; incluso cuando tienes clara la identificación de un edificio, verlo con un ángulo hoy imposible consigue que el más experto tenga sus dudas.
La Diagonal, hoy Juan XXIII, fue la última calle de la zona centro en abrirse. Los primeros movimientos o conversaciones entre propietarios y autoridades comenzaron a mediados de los cincuenta, pero la apertura se culminó en el 59. Y no comenzó a verse “poblada” de edificaciones hasta el 64 más o menos, creo recordar, pero hablo de cabeza, que el último edificio en levantarse fue el de la cooperativa don Bosco, a finales de los setenta más o menos (los mayores lo recordarán como parte del Campo de los Maristas, y algún larpeiro recuerda esa esquina como la de la Churrería. (En esa acera, delante del INSS, se colocó durante un tiempo una churrería ambulante, que en aquellos tiempos era algo totalmente novedoso. La luz la conseguiría de baterías, o un grupo auxiliar, y el agua, de la buena voluntad del gobernador civil de la época, que les permitía ir a llenar los cubos en un grifo de las cocheras de la actual Subdelegación del Gobierno.)
La antigua carretera de Trives (Concordia) era la manera más rápida para acceder en vehículo a la zona de San Lázaro, pero el sensible incremento de circulación en el siglo XX aconsejaba abrir este nuevo vial. Me contaba mi buen y añorado amigo Andrés Pereiro que recordaba un pequeño camino o vereda, que desde A Corredoira (Santo Domingo), bajaba por donde hoy están las Galerías Sol, cruzaba la actual plaza de Paz Novoa y descendía hacia Progreso, saliendo donde estaba antiguamente el Almacén de la Sal (aproximadamente esquina de Juan XXIII). Me hablan también de un paso subterráneo por la zona de Paz Novoa, debajo del Paseo, con salida desde la… (dejémoslo ahí que posiblemente sea una leyenda urbana).
Por medio de estas dos imágenes, poco queda o nada a la imaginación; podemos ver perfectamente que la enorme manzana interior que se formaba entre Progreso, Paseo y Concejo era, o mejor dicho había sido, un buen huerto de la ciudad, que en el momento de la foto inferior esperaba ya la llegada de las máquinas que generarán nuevos y jugosos solares.
Las imágenes, si os fijáis, muestran casi los mismos edificios: en la superior trasera del edificio de la llorada Ibense; el antiguo colegio de los Maristas, hoy (y ya por poco tiempo) Subdelegación de Defensa; el antiguo chalé del Divino Maestro; centro sindical (Círculo Católico de obreros) hoy torre de pisos; aparecen en las dos. En la inferior se ve la cúpula de la sala Auria, la que estaba destinada a ser terraza chill out y sala de cine al aire libre, detrás del viejo Café Madrid, el hueco que hoy ocupan las escaleras, y el edificio que fue del desaparecido Banco de la Coruña.
¡Cómo ha cambiado nuestra ciudad! La primera fotografía es de las que el maestro Augusto Pacheco legó a los ourensanos para que entendamos muchos de los cambios urbanos allá por los años 60, y la segunda es un regalo de mi amigo y colaborador Fausto Arnaiz, quien ya por los años 50 se preocupaba de conseguir fotos para Ourensenotempo.
