Una semana más Ourense permanece en vela cuando llega el fin de semana. La madrugada del sábado superó a las anteriores, con el doble de gente en las calles y pubs, y la ración correspondiente y contundente de peleas y detenidos. La incidencia de comportamientos violentos, la agresividad ante los agentes policiales y la presencia de navajas está experimentando un aumento que los servicios de emergencias califican de “alarmante”.
La noche fue movida también para la Policía Nacional, que llevó al cuartel a seis detenidos: la mitad fueron arrestados por violencia de género y los otros tres por trifulcas callejeras. La más llamativa, en la plaza de Los Suaves. Fue multitudinaria y los agentes tuvieron que reducir a los implicados tras largos minutos de forcejeo entre todos. La pelea entre los jóvenes, de nacionalidad extranjera, comenzó tras la llegada de las patrullas a Pena Corneira. Pese a presenciar como siete coches de la Policía Nacional y Local ocupaban toda la vía y se dirigían hacia el tumulto, los golpes entre los implicados continuaron. Los agentes los inmovilizaron y los detuvieron por delitos de lesiones.
La plaza de Los Suaves estaba hasta los topes y una de las razones de su lleno fue el traslado de numerosos grupos que estaban en otras calles de Vinos. El camión de agua municipal propuesto por el concejal Telmo Ucha volvió a la carga y, como si fuese San Fermín, los fiesteros corrían delante del vehículo al grito de “¡Que viene el agua!”. El aviso circulaba calle abajo y los jóvenes se apelotonaban en los portales. El camión, pese a su fulminante chorro, es poco ágil en sus cambios de dirección; por ello, al llegar a la intersección entre la calle Luna con Pizarro, el gentío abandonó la primera para apelotonarse en la boca de la segunda. El vehículo continuó en dirección a la plaza del Trigo y, una vez más, los que hacían cola para comprar comida antes de llegar a casa, se vieron damnificados por el agua. El resto siguió calle arriba hacia el Corregidor y la plaza de Los Suaves, escenario de la pelea nocturna con las consecuencias más nefastas.
Más de 20 llamadas
Según fuentes de la Policía Nacional, solo entre las noches del jueves y el viernes se registraron más de 20 llamadas, la mayoría para dar aviso de peleas o trifulcas y solo en la madrugada del sábado los agentes tuvieron que intervenir hasta en cinco peleas. Además, la mitad de los avisos telefónicos se realizaron desde las calles Cabeza de Manzaneda o Pena Corneira, una zona “especialmente conflictiva”, señalan.
Para los agentes nacionales se superaron los límites “totalmente” y “se están presentando cada vez más denuncias y requisando cada vez más navajas; así la ciudad no pinta bien”.
