CIUDAD

“Esta calle se quedó abandonada"

Coches bajando y aparcados en Pena Trevinca, con el bolardo inutilizado. Xesús Fariñas
photo_camera Coches bajando y aparcados en Pena Corneira, con el bolardo inutilizado. Xesús Fariñas
Los coches siguen pasando, pero ya casi nadie para, sobre todo en la parte alta. Es Concordia, la calle que Jácome se empeñó en peatonalizar y que no ha conseguido el objetivo. Ni es peatonal, ni los coches dejan de transitar. Los únicos que se alejan son los clientes

Un año después de la "restricción al tráfico" en Concordia, el tramo superior de la calle languidece, entre cierres, traslados y lamentos. Los coches siguen pasando, pero no se puede aparcar y los clientes se van alejando. "Se nota, porque la gente no puede aparcar, pero es difícil hacer balance de la peatonalización, porque con el covid no sabemos si el impacto es por una cosa u otra", apunta Sandra Meréns, de la zapatería infantil Pasiños. "Ya temíamos que iba a pasar esto, que se peatonalizaba y después quedaría abandonada". 

Los comerciantes señalan que  hay días que los agentes multan y después pasan tiempo, "incluso semanas", sin aparecer. Una de ellas lamenta que "multaron a un viajante que me traía mercancía", mientras en el estanco de Concordia lamentan que "no dejan parar a nadie, salvo al coche del alcalde, que está día sí y día también". Tienen claro que "las calles peatonales se mueren, digan lo que digan". 

En esa línea, Miriam Bóveda, de Marco Valenti, optó por trasladarse desde la parte alta a la parte baja. "El tramo entre Paseo y Santo Domingo quedó muerto desde la peatonalización. La parte de abajo tiene más movimiento", explica.  En el estanco añaden otra visión. "Los vecinos incluso están más inseguros por las noches, no pasa un alma, la calle queda oscura". 

En la parte alta de Concordia faltan locales, como reconoce Mariflor Aguiar, de interiorismo Pétalos. "A nosotros no nos afecta tanto, porque tenemos una clientela de antaño, que viene a hacer proyectos pero si te dedican a la venta directa de cara al público esto no es bueno, ya puedes cerrar", señala. En la parte alta hay seis locales cerrados a cal y canto, mientras se prevé una apertura de una ebanistería. "Un comercio ayuda a vender a otro y que haya tanto local vacío se nota", resalta Aguiar.  "Si al menos la hubieran adecentado sería una peatonalización de verdad, pero ahora ¿esto qué es? ¿Qué hicieron?", se pregunta. Además, otro punto: "La señalización de abajo está como escondido, y la gente no se da cuenta". 

En la parte baja de la calle, en una tienda dicen que "todo está muy parado" aunque creen que es más por el covid que por la calle. "Hay mucho coche, muchos aparcados también, entre ellos el del alcalde, y mucha multa, que me parece bien. No es para nada peatonal, pasan transportistas, pasan coches para garajes..." 

"A rúa perdeu vida"

En uno de los veteranos, la peluquería Moderna, creen que la calle "perdeu vida, ademais nin a arreglaron nin nada". Dicen que "unha rúa coma esta nunca será de paseo, é inclinada. Pode quedar como Cardenal Quiroga, ao estar o párquin na parte baixa inda temos sorte, pero a parte de arriba queda morta. Quizais cando arranxen mellore, pero de momento non melloramos nada, máis ben o contrario". 

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