La cámara de la oficina bancaria atracada en As Lagoas no grabó el rostro del asaltante

El atracador de la sucursal de Caixanova en la calle Otero Pedrayo, en el barrio de As Lagoas de la ciudad, se esfumó sin dejar rastro.
El asaltante entró en las instalaciones sobre las 13.45 horas del jueves cubriéndose el rostro con la capucha de un chubasquero y se apoderó, tras amenazar con un cuchillo a uno de los trabajadores, de 2.500 euros. La Policía revisó las cintas de la cámara de seguridad que hay en las instalaciones con el objetivo de que grabaran, al menos, una parte del rostro que permitiera identificarlo. Pero la revisión del vídeo no dio resultado, dado que la imagen es muy defectuosa, está muy oscura y apenas se le aprecia ni la cara, ni otras partes de su cuerpo’, según fuentes policiales.

El atracador, de unos 30 años y mediana estatura, no dejó huellas en el interior del negocio que permitan identificarlo. Los agentes desconocen si huyó a pie o lo estaba esperando un compañero con un coche encendido en la calle. ‘Se continúa investigando el atraco, pero está muy dificil identificar al autores’, afirmaron las mismas fuentes.

Las pesquisas se centran entre los delincuentes habituales de la ciudad ante la sospecha de que el asaltante tiene problemas con las sustancias estupefacientes y necesitaba dinero para comprar droga.


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