Los 15 kilómetros de la N-532 que van desde Verín hasta la frontera con Portugal son, para algunos conductores, el último trayecto de su vida. Desde 2016 tuvieron lugar en la vía 23 accidentes, cuatro de ellos mortales y tres con heridos graves. Tan sólo uno, leve y de día, fue protagonizado por una mujer. El dato tiene sentido: la mayoría de los accidentes son de conductores que acuden a los prostíbulos jalonados a lo largo de la carretera a horas intempestivas.
"Cada año hay mínimo un fallecido y varios heridos pertenecientes a este microcosmos", afirma el jefe provincial de Tráfico en Ourense, David Llorente. Indica que los datos son preocupantes porque "en la provincia no existen tramos de concentración de accidentes desde hace años, pero en esta carretera, que no tiene problemas de infraestructura, ni de firme, ni curvas peligrosas, ocurren todos estos accidentes por el tipo de conductor que circula en ella", explica.
El perfil del implicado en un siniestro en la N-532 responde a un mismo patrón: hombre, de origen español o portugués, que circula de madrugada en dirección a los clubes de alterne y que ha consumido alcohol y/o drogas. Concretamente, los accidentes suelen ser salidas de vía o atropellos entre los propios consumidores.
Los últimos fallecidos
El último accidente con víctima mortal en la vía ocurrió el 16 de enero de este año. Un vecino de Verín de 39 años, Roberto C.C., fallecía tras estampar su vehículo a la 1,30 de la madrugada contra un poste eléctrico. El ocupante no llevaba el cinturón puesto y tras colisionar, salió despedido por la ventanilla y quedó atrapado entre el coche y el poste. La víctima estaba cumpliendo condena en prisión por varios delitos, incluido robo con violencia y, aunque estaba de permiso, tenía el carnet retirado hasta el mes de agosto.
El 26 de julio del año pasado, un sexagenario de origen portugués fue atropellado a las 23,35 horas a la salida de un prostíbulo por un coche conducido por una mujer ajena al ambiente. El hombre deambulaba y no llevaba puesto un chaleco reflectante. Además, la autopsia desveló una tasa de alcohol muy elevada en el cuerpo del fallecido.
El 23 de agosto de 2019 también hubo una víctima mortal en la N-532. Dos hombres de Verín circulaban a las 5,30 horas de la madrugada de camino a un club de alterne, cuando perdieron el control y se salieron de la vía. El conductor, de 45 años, no llevaba el cinturón puesto y tras el choque salió despedido por la ventana y cayó a 17 metros del vehículo donde falleció. Según la autopsia, era bebedor habitual y aquella noche había consumido cocaína.
Un año antes, en 2018, un hombre de nacionalidad española perdió el control y chocó contra una tajea a las 3,40 horas de la madrugada. Había consumido alcohol y salía de un prostíbulo.
Fuera de control
"La zona está muy peinada, es una carretera en la que habitualmente se hacen controles y la ratio de positivos en alcohol y drogas por kilómetro es altísima, pero es imposible estar vigilando a todas horas", explica Llorente. Dice que, aún así, "hay que insistir, pero es un tema muy frustrante. Hoy en día podría estar ya superado, son comportamientos que entendemos erradicados, pero hay una falta de respeto por las normas absoluta", explica Llorente.