La proliferación de canales ilegales en la TDT (Televisión Digital Terretre), sobre todo aquellos que dan cobijo a echadores de cartas, contenidos pornográficos y la televenta, han encontrado hueco en el dial sin cortapisas de ningún tipo.
Estas emisiones sin autorización, que se pueden captar a cualquier hora del día en la ciudad, no solo se cuelan en la parrilla sin el perceptivo 'título habilitante' que ampara la actividad comercial sino que se sortean los controles más elementales. Incluso llegan a difundir programas prohibidos en horario infantil. La Ley General de la Telecomunicación Audiovisual del año 2010 prohíbe los contenidos relaciones con el esoterismo y la pornografía entre las siete de la mañana y la diez de la noche.
A la Jefatura provincial de Telecomunicaciones en Ourense le consta esta realidad, ya que, según precisa su responsable, Tomás Díaz, entre los cometidos de este organismo está 'verificar la existencia tanto de las emisiones autorizadas como las que carecen de autorización' a través de controles periódicos, que en el caso de la ciudad llegan a ser diarios y en las grandes villas cada tres meses. Una vez que se detectan las irregularidades, con las consiguientes comprobaciones técnicas (dispone de medios de radiogoniometría para su localización), también se comprueba quién es el responsable de la actividad para notificarle que están vulnerando la ley y para que aporte en 10 días sus alegaciones o la documentación que estime precisa.
Posteriormente, la jefatura se limita a dar traslado de la información recabada a los servicios centrales del Ministerio de Industria facultados para la apertura del consiguiente expediente sancionador por el uso del espectro radioeléctrico de forma fraudulenta. Incluso también podría ser objeto de sanción por generar interferencias a terceros (canales sí autorizados).
El máximo responsable de la jefatura insiste en que todos los canales no autorizadas en la provincia están identificados y convenientemente documentados, lo cual no quiere decir que no sigan emitiendo impunemente.
Pero también la Xunta tiene competencias sancionadoras en el caso de las emisiones de ámbito autonómico o estatal 'piratas', ya que está facultada para otorgar licencias audiovisuales. La paradoja incomprensible surge cuando, pese a esta dualidad para intervenir y erradicar el problema, hasta la fecha siguen emitiendo con total impunidad.
En el caso de Ourense, por ejemplo, se pueden encontrar formatos sin el visto bueno administrativo en el canal 46 de la TDT, con espacios centrados fundamentalmente en la televidencia y el tarot.
NEGOCIO REDONDO
Tras estas televisiones hay sociedad mercantiles que obtienen grandes beneficios económicos a través de las llamadas que realizan los televidentes y los mensajes que envían. Así, para las consultas del tarot se debe comunicar con números de teléfono que comienzan por 806, con tarifas que sobrepasan el euro por minuto.
Estas malas prácticas eran frecuentes en la televisión analógica (en Verín aún se ha detectado algún caso recientemente) pero lo que prometía ser una garantía en el control de la programación televisiva, la llegada de la TDT, ha evidenciado ser un coladero para la superstición, brujería y escenas eróticas subidas de tono. Programas con un producción sencilla e incluso, en muchos casos, cutre.
A la Jefatura provincial de Telecomunicaciones en Ourense le consta esta realidad, ya que, según precisa su responsable, Tomás Díaz, entre los cometidos de este organismo está 'verificar la existencia tanto de las emisiones autorizadas como las que carecen de autorización' a través de controles periódicos, que en el caso de la ciudad llegan a ser diarios y en las grandes villas cada tres meses. Una vez que se detectan las irregularidades, con las consiguientes comprobaciones técnicas (dispone de medios de radiogoniometría para su localización), también se comprueba quién es el responsable de la actividad para notificarle que están vulnerando la ley y para que aporte en 10 días sus alegaciones o la documentación que estime precisa.
Posteriormente, la jefatura se limita a dar traslado de la información recabada a los servicios centrales del Ministerio de Industria facultados para la apertura del consiguiente expediente sancionador por el uso del espectro radioeléctrico de forma fraudulenta. Incluso también podría ser objeto de sanción por generar interferencias a terceros (canales sí autorizados).
El máximo responsable de la jefatura insiste en que todos los canales no autorizadas en la provincia están identificados y convenientemente documentados, lo cual no quiere decir que no sigan emitiendo impunemente.
Pero también la Xunta tiene competencias sancionadoras en el caso de las emisiones de ámbito autonómico o estatal 'piratas', ya que está facultada para otorgar licencias audiovisuales. La paradoja incomprensible surge cuando, pese a esta dualidad para intervenir y erradicar el problema, hasta la fecha siguen emitiendo con total impunidad.
En el caso de Ourense, por ejemplo, se pueden encontrar formatos sin el visto bueno administrativo en el canal 46 de la TDT, con espacios centrados fundamentalmente en la televidencia y el tarot.
NEGOCIO REDONDO
Tras estas televisiones hay sociedad mercantiles que obtienen grandes beneficios económicos a través de las llamadas que realizan los televidentes y los mensajes que envían. Así, para las consultas del tarot se debe comunicar con números de teléfono que comienzan por 806, con tarifas que sobrepasan el euro por minuto.
Estas malas prácticas eran frecuentes en la televisión analógica (en Verín aún se ha detectado algún caso recientemente) pero lo que prometía ser una garantía en el control de la programación televisiva, la llegada de la TDT, ha evidenciado ser un coladero para la superstición, brujería y escenas eróticas subidas de tono. Programas con un producción sencilla e incluso, en muchos casos, cutre.
